“Mantén
ambiciones grandes; expectativas moderadas y necesidades pequeñas”
Hay
que desear lo máximo que nuestra imaginación sea capaz de pensar, de recoger
por nuestras ideas. Somos capaces de construir el éxito y por ello debemos
imaginárnoslo enorme.
Debemos tener
unas expectativas de éxito moderadas, tener algo de pesimistas, sin dejar de
tener de lado una autoestima muy alta. Hay que pensar en los errores, sin que
nos bloqueen, para estudiarlos y tener preparado un plan alternativo de salida.
Nuestras
necesidades vitales deben ser casi mínimas, no estar pillados por las deudas o
por las necesidades de gasto desmesurado. Si algo sale mal, siempre tendremos
la ventaja de que no necesitaremos mucho para sobrevivir.