La crisis está destrozando empleos, pero también profesiones
enteras. Todo cambia y también los trabajos, algunos sectores sufren más y los
cambios serán muy importantes en ellos.
Hay que reinventar los trabajos y adaptar nuestra formación
para que estemos adaptados a las nuevas posibilidades. Esperar que con lo
formación anterior es suficiente, es un gran error. Surgen nuevos trabajos y
servicios que antes no existían, y debemos estar capacitados para podernos
presentar ante ellos.
Era casi imposible que una sola profesión nos sirviera para
toda la vida, pero con los avances tecnológicos y las crisis sistémicas, esto
es imposible. Hay que aprender a ser creativo, a tener iniciativa, a saber
defenderte y explicar, a saber aprender constantemente, a saber vender ahora.
También han cambiado la seguridad en el trabajo, los sueldos
fijos, y por ello nuestras maneras de comprar y gastar, nuestras necesidades de
ahorrar cuando se pueda. Nos enfrentamos a un sistema laboral diferente. Se
empieza más tarde y se acaba más tarde. Se necesita ser más flexible, hay más
movilidad incluso geográfica, ya no sirve con estar solo motivados, ahora
tenemos que estar también muy atentos y válidos.
Antes de ahora las empresas adquirían máquinas y alquilaban
a trabajadores que las ponían en marcha. Ahora se necesitará a personas que
sean capaces de crear valor, talento que se puede vender, ideas que sirvan para
ganar dinero a la empresa. Las máquinas han perdido tamaño e importancia, pero
al convertirse en herramientas hay que estar constantemente dispuestos a
aprender y a sacarlas rendimiento muy variable.
Ya no se necesitan trabajadores fuertes, ni constantes, ni
buenos manualmente. Ahora es necesario (casi siempre) trabajadores que sepan
añadir su valor personal a su trabajo, su conocimiento a su producto final.
Seguirá habiendo trabajadores de cadena, de los que no aportan valor añadido al
producto final, pero serán de los que menos cobren en la escala profesional.
El sistema de organización laboral no será tan vertical,
será necesario que cada operario aporte a diversos niveles, y que sobre él sean
pocos y muy preparados los que puedan dirigir sus gestiones y trabajos. Los
RRHH se gestionarán de diferente manera, menos presencial, más por objetivos,
mejor relación. No tendremos que aportar valor a través de máquinas, sino a
través de relaciones y conocimientos, algo que ya se había en algunas
profesiones y que irá en gran aumento.
Se sabe que cualquier profesión se puede aprender
perfectamente, por compleja que sea, en un lugar de estudio y práctica que
dedique 10.000 horas a enseñar el nuevo trabajo. Pero no todas las personas
necesitan 10.000 horas. No todos terminan sabiendo lo mismo. La pasión por
estudiar, aprender, practicar, por servir a la sociedad ha desplazado de lugar
a la pasión por ganar dinero. El dinero se necesita para vivir, pero también
para ser mejor, para seguir aprendiendo. Si están trabajando a disgusto no
servirás para nada, se notará en las nuevas necesidades laborales. Por eso
debes trabajar SOLO en aquello que te guste. O lograr que te guste aquello para
lo que tengas que trabajar.