2.9.19

El jazz tranquiliza despertándote. Te envuelve

Todos nos metemos en charcos. Todas las semanas como poco. Pisamos huevos y luego no sabemos limpiarnos bien porque a veces es imposible. Y lo que ya no podemos nunca es lograr que los huevos aparezcan enteros. 

Decía Baltasar Gracián que los silencios hay que saberlos emplear, y que sin duda son muy útiles. Bueno, lo decía con otras palabras pero el fondo es el mismo. Antes de hablar tonterías, cállate para no demostrar que efectivamente, eres tonto.

Estoy escuchando algo de jazz que tranquiliza el cuerpo. La mente no… pues obliga a movernos sin movernos y eso siempre te mueve por dentro. Es un movimiento alegre y tranquilizador. Como un sonido vital y envolvente que te despierta y lo que es más importante, te advierte de que despierto se está mucho mejor.

Nota.: La viñeta es de Peñarroya.

Ya no interesa tener un anillo con diamantes

En los años 40, poseer un anillo de oro con brillantes era la hostia. Así que la gente corría a comer gato en vez de liebre con tal de intentar jugar a poseer. Hoy esto sería imposible, impensable, ilógico. Habría que meter un iPhone en las tripas del conejo, para lograr engañar a la gente. Ya no interesa un anillo con diamantes. Todo cambia.