29.2.20

¿Enseñamos bien? ¿Seguro que enseñamos a vivir?

¿Enseñamos bien? Sabemos que hay que exigir esfuerzo para lograr objetivos, pero… ¿pero sabemos enseñar correctamente para lograr los objetivos de la felicidad personal? 

¿Los objetivos de la vida los tenemos bien marcados? 

Podría ser que tengamos como objetivos vitales algunos que no son los que ofrecen la felicidad a las personas, aunque les hagamos creer que han obtenido el triunfo.

Tal vez sea más importante enseñar a vivir en plenitud, en felicidad, que enseñar materias que luego en la vida no se utilizan. 

La inteligencia emocional, la de las simples y básicas emociones de cada uno… no se enseñan, se aprenden.

Nos enseñan a pensar sobre temas ya prefijados, a estudiar. Pero olvidamos enseñar sobre muchos otros, entre ellos a lograr la felicidad, a insistir más en conseguir la compañía y el respeto. 

A trabajar en equipos y no en grupos, a saborear la vida y a entender la muerte.

Vivir es mucho más complejo que aprender inglés o matemáticas. Y vivir es lo que haremos durante toda nuestra vida. 

12.2.20

Hablemos más de los fracasos. Para aprender

Hablamos mucho de los éxitos de las personas, de sus logros y de sus metas alcanzadas, pero no hablamos casi nada de sus fracasos, cuando de ellos se puede aprender tanto como de sus logros. Esto depende mucho del tipo de sociedad en la que nos educamos. 

En España el fracaso es simplemente fracaso, en otros países el fracaso es un periodo que debemos analizar para ver si sirve para hundirse o para levantarse de nuevo. Y sobre todo un conjunto de motivos y decisiones que nos sirven para aprender.

Un ejemplo que a veces nos ponemos para estudiar es el de Ernest Shackleton que logró convertir el fracaso en una hazaña de supervivencia. Me lo ha recordado @verdesenred desde Twitter y creo que es interesante conocerlo algo más, pues de todos se aprenden aunque haya pasado ya un siglo.

En el agosto de 1914 el bergantín ‘Endurance’, con los 28 miembros de la expedición Imperial Trans-Antártica, parte de Londres bajo el mando de Frank Worsley

Ernest Shackleton se queda en Inglaterra recaudando fondos y se une a su tripulación en Buenos Aires. con el objetivo de cruzar la Antártida.

El 19 de agosto de 1915, un año después de partir, el barco queda aprisionado por el hielo de la Antártida y los tripulantes intentan huir de aquella muerte segura. Shackleton supo liderar a su tripulación y lograr que todos regresaran con vida tras 21 meses de sobrevivir atrapados, primero entre los hielos dentro del barco y después en la isla Elefante.

Primero se comieron a los perros que llevaban para los trineos y a su vez empezaron a cazar focas para comer. Supo mantener el liderazgo del grupo y formar un equipo con una meta muy clara. Había que sobrevivir y había que lograr que sobrevivieran todos. ¿Y sus ideas de liderazgo?



La esperanza es lo último que hay que perder.

La constancia es lo único que nos puede llevar al triunfo, a llegar a nuestra meta.

Hay que ser responsable, inteligente, equitativo, accesible, competente y saber mandar.

Hay que potenciar el trabajo en equipo, y el liderazgo debe ser compartido.

Hay que marcar una meta y trabajar por ella sin cansancio.

Hay que trabajar en positivo, con buen humor y sabiendo transmitir a su equipo ese positivismo.

Hay que sacrificarse y dar ejemplo, pues el equipo debe ver lo que se realiza por parte de todos.

Hay que saber gestionar los conflictos diversificando los problemas, troceándolos en conflictos más pequeños y llegar acuerdos entre los más posibles.

Siempre hay que hablar de alcanzar la meta y de sus perspectivas hacia un futuro mejor desde la realidad pero desde la motivación.



10.2.20

Ferran Adrià y su apuesta por la formación

Es dejo una frase pronunciada por el cocinero y estudioso de la innovación Ferran Adrià. Se refiera directamente al mundo de la hostelería, pero sabe y sabemos que esta frases sirve para muchos negocios. 

Nos falta preparación empresarial en innovación, en emprendimiento, en saber vender, en aprender a crear nuevos caminos sostenibles y capaces de ofrecer beneficios que no siempre tienen que ser dinero.

“Es un drama: el 50% de las Pymes cierran antes de los cinco años desde su inauguración. Hay que formarse para llevar un negocio. En el mundo de la restauración los problemas son siempre los mismos, aunque los ceros cambien. Esto no entiende de clases. Y la innovación pasa, sin duda, por gestionar bien”.

Ferran Adrià.


9.2.20

La importancia del lomo del libro

Los lomos del libro son su puerta, o mejor dicho su llamador, el timbre que primero tocamos una vez puestos en la biblioteca. Todos ellos en fila, nos muestran su lomo como quien muestra el escote o el logo del coche, esperando que alguien se fije en ellos y se acerque a verlos por dentro. Un libro sin lomo y sin explicaciones en el lomo no es casi nadie.

Cuidado con el éxito, no te vaya a llegar y no seas la persona adecuada

Todo el mundo busca el éxito, incluso algunos dicen haberlo encontrado, pero muy pocos saben realmente qué es el éxito, y se equivocan en su búsqueda. Ni es fácil encontrarlo, ni es sencillo cogerlo, ni es resulta acertado atraparlo del todo. Cuidado con el éxito, pues como muy bien dice el imaginario popular: "También se puede morir de éxito".

De entrada no hay un éxito, sino miles de éxitos distintos y que además son para cada persona algo totalmente diferente.  Cada personalidad desea alcanzar una "felicidad" que a veces llamamos éxito, pero que son cosas diferentes. Se puede tener éxito y ser un infeliz. E incluso un imbécil.

Las últimas palabras de la imagen superior dicen una realidad contundente. Cada éxito necesita una persona adecuada. Y para poseerlo tienen que convertirte en esa persona adecuada. Y a veces convertirse en otra persona no supone la felicidad aunque sí suponga el éxito.

Tener el conocimiento adecuada no te garantiza el éxito, para tenerlo y atraparlo debes ser además una persona de un carácter muy determinado, que varía según el tipo de éxito al que te propones. 

El conocimiento en sí mismo no garantiza nada. Un tímido puede ser un excelente vendedor de ideas, pero nunca logrará el éxito por ser tímido y no saberse vender. Lo superará claramente un tipo lanzado que no tenga los mismos conocimientos que el primero.

No desees sin más el éxito, no te vaya a llegar y luego no te guste, pues el éxito siempre deja huellas, siempre dejar marcas en la vida. 


6.2.20

La Educación Pública tiene la batalla perdida en Madrid

Hoy publica este mapa de Madrid el diario El País, donde podemos ver el número de Centros Educativos de Secundaria que existen en la capital de España. Los jóvenes madrileños no tienen nada sencillo poder elegir una Centro Público de Secundaria para poder realizar sus estudios, como podemos ver en los datos.

Cuando nos quejamos en el resto de España de la debilidad de la Educación Pública no somos muchas veces conscientes de que gran parte de la batalla ya la tenemos perdida en Madrid. Poco a poco, los Centros Concertados, religiosos en la inmensa mayoría, ya poco a poco se han hecho los muy fuertes en según qué zonas de la España que busca su futuro.

Y los Grupos de Poder escondido (los que nunca se presentan a ninguna elección democrática) quieren seguir defendiendo con ahínco estas pequeñas pero claras batallitas que les sirvan para crear sociedades diferentes, desiguales y donde la educación en igualdad es una mentira.

5.2.20

Si tienes dudas no preguntes. ¡Pregúntate!

Preguntar siempre es arriesgado pues a veces te pueden responder. Y puede ser que la respuesta no te guste nada. Cuando alguien pregunta es porque espera una respuesta, y a veces espera "su" respuesta, la que él cree que le corresponde, que se le debe dar. Y es entonces cuando se puede estar equivocando.

El de la pared pregunta: —¿Molesto?— lo cual es un claro ejemplo de que él ya sospecha que efectivamente molesta. Si alguien responde a su pregunta y lo hace con sinceridad lo normal es que lo que diga sea afirmativo. 

—¡Sí!, molestas e incluso mucho, tanto que hasta tú mismo te has dado cuenta.

Algunas preguntas nos las podemos responder nosotros mismos, no hay que esperar a preguntarlas y a que nos las respondan. Es más positivo y sobre todo menos cruel que nos responsamos nosotros mismos a que lo hagan los "de fuera".

2.2.20

Carta cerrada a un joven de 15 años. O más

¿Qué se pude hacer cuando un joven de 15 a 20 años no encuentra su puesto ante la vida? Es (casi) imposible resolver la incógnita. Pero de ella depende el futuro de España, lo entendamos así o no. La actual juventud será la que construya el nuevo siglo.

Los profesionales sean psicólogos o coach que ahora están de moda no sirven pues o son muy caros o si son de la Sanidad pública son imposibles de servir para lo que se necesitan y ellos saben los motivos. 

Las familias no saben resolver los problemas pues no somos dioses ni estamos preparados ni conocemos todas las claves. 

Los protagonistas no siempre quieren abrirse y así es complicado saber de qué manera se les puede ayudar. 

La sociedad no es fácil y la competitividad entre los jóvenes para "cazar" las pocas posibilidades que se abren es brutal. 

En mi juventud a los 14 años se entraba a trabajar y además lo curioso es que se podía elegir oficio entre varias posibilidades. Yo en una semana, solo en una semana tenía tres puestos de trabajo bien diferentes para poder entrar en el acto. 

Hoy lo normal es tener un puesto de mierda cada seis meses siempre que tengas suerte. El problema del desempleo no es económico, es social. Y sobre todo no es de presente, es de futuro. 

Y cada vez que recordamos que nosotros parecíamos tener tiempos pasados mejores, siendo MENTIRA, LOS JODEMOS TODAVÍA MÁS pues creen que han caído en el peor momento del siglo. 

Y no, tenéis todo vuestro futuro por delante. Aunque sea complicado admitirlo e incluso creérselo. 

¿Y qué soluciones tenemos? 

Pues yo creo que la paciencia es una virtud en estos casos. 

La perseverancia es otra gran virtud. 

El formarse y especializarse en algo una necesidad constante. 

El riesgo de tomar decisiones hay que vencerlo, aunque sepamos que es más fácil equivocarse que acertar. 

A los adultos hay que escucharlos, sin duda, pero las decisiones las tienes que tomar tú y a tus 15 ó 20 años. 

Pues si aciertas será tu triunfo, y si te equivocas habrás aprendido a levantarte. Los americanos y su formación educativa nos enseñan siempre algunas cosas. Ellos nunca fracasan, siempre se caen y se levantan. Nada más. Y nada menos. 

Lo fundamental es amarse así mismo, crecer en autoestima y creerse capaz de conquistar el mundo. No es fácil, nada fácil, pero es el único camino para ser mejor que “otros”, pues eso si que nadie te lo va a evitar. 

Tienes que ser mejor que los demás en las selecciones de la vida, si quieres ser algo más que ellos. 

Otro día hablaremos de los caminos para aprender a ser mejor que los demás. Mejor en todos los ámbitos.

Aprendiz de todo, oficial de nada

En mis tiempos se decía: Aprendiz de todo, oficial de nada. Este cartel le da la vuelta y explica que: La especialización es el proceso por el que se busca saber cada vez más de menos cosas, hasta llegar a su grado máximo. A saberlo todo de nada.

Elige, selecciona tu dedicación y tu trabajo, no intentes aprender de todo para ir cambiando según creas que es mejor una opción o la otra. De esa forma nunca saldrás de ser una persona del montón en cuanto a formación laboral o incluso personal. 

El principal problema laboral de la España de estas décadas es que los trabajadores no se pueden especializar pues al ser el trabajo muy volátil  pasan de un oficio al otro sin dominar la excelencia. Hemos creído que ya no es necesario saber más que lo básico, que no somos capaces como sociedad de mejorar los procesos. Y eso es muy peligroso para la productividad en calidad de todo tipo de sociedades, pues hay que competir con los vecinos y no podremos defendernos bien.

1.2.20

¿Qué deben poseer nuestros hijos, si nosotros no lo tenemos? ¿Dónde están los límites?

Resulta tremendo leer a Gilles Lipovetsky —sociólogo y pensador francés— decirnos a la cara lo que todos ya sabemos pero que no creemos que tenga importancia en el futuro de la educación de nuestros hijos.

“Hay padres en paro cuyos hijos tienen móvil de último modelo, iPad, zapatillas de lujo… Es terrible comprobar esto”

Estamos vacíos de tanto consumir excesivas cosas que creemos importantes en la vida de nuestra sociedad, sin ponerlas en valor. No sabemos poner controles que sirvan para ser más felices, creyendo que afectan directamente contra la felicidad el no poseeerlas. 

No sabemos poner límites a nuestros hijos y nos creemos que todo tiene un calor relativo. No me atrevo a decir que somos una sociedad nihilista pues creo que todavía —como conjunto social— no hemos llegado a eso, aunque estemos deseosos de seguir caminando en su búsqueda.

Nunca se ha vivido tan bien como ahora en todo el mundo, aunque haya tremendas diferencias entre países y entre Grupos Sociales dentro del mismo país. Hay mucha hambre, crecen las desigualdades, pero aun así seguimos teniendo valores de entrega, aunque cada día sean menos las personas que se entregan a otras personas. 

Somos más egoístas, pero la vida nos sigue facilitando disfrutar de lo remanente ¿hasta cuándo?

El sociólogo Gilles Lipovetsky nos responde en El País Semanal a varias cuestiones, pero he elegido una que habla de soluciones.

¿Qué soluciones propone?

La gente se siente insegura por todo. Globalización. Inseguridad urbana. Inseguridad identitaria. Inseguridad ante la inmigración. Inseguridad medioambiental. Inseguridad sanitaria y alimentaria. Vivimos en una cultura de la ansiedad. Frente a esa ansiedad ya no tenemos ni ideologías ni soluciones políticas que ofrezcan alternativas reales. Y esto resulta explosivo. El Estado-providencia retrocede, los sistemas de protección social también, lo mismo las pensiones, crece el paro…, y no hay que exagerar, no vivimos peor que antes, al contrario, vivimos mejor, pero antes la política ofrecía una especie de sueño, de promesa, y hoy ya no hay promesas que valgan. Y claro, luego está el problema de las aspiraciones.