20.10.23

Crisis Existencial vs. Depresión Existencial: Explorando la Lucha Interna


Moverse de una "Crisis Existencial" a una "Depresión Existencial" es más común de lo que se cree. Personas aparentemente exitosas a los ojos de la mayoría, con un alto nivel intelectual, trabajo y amigos, a menudo caen en una compleja depresión existencial que desafía la comprensión.

Incluso los profesionales de la psicología a veces luchan por entender los mecanismos que llevan a alguien a estos estados de crisis existencial, donde incluso después de lograr el éxito, la persona cuestiona todo. La primera pregunta es a menudo: ¿Qué es el éxito? Para quienes experimentan esta crisis, el éxito parece elusivo, aunque parezca lo contrario para quienes lo observan desde afuera.

Las personas en crisis existencial constantemente se cuestionan a sí mismas y dudan de muchas cosas, especialmente de su propio valor. A menudo, no encuentran respuestas, especialmente cuando las preguntas se vuelven más complejas y las soluciones parecen difíciles de alcanzar. La vida sigue su curso, y aunque podemos esforzarnos por lograr metas, hay ciertos mecanismos de acción que son inamovibles.

Crecemos para enfrentar la inevitabilidad de la muerte, despedimos a seres queridos, vemos amigos venir y, a veces, alejarse. No siempre podemos reemplazar amores perdidos, amistades que se desvanecen o familiares cercanos que se alejan. La vida es así, y cuestionar esto antes de que suceda puede ser doloroso.

Curiosamente, estos problemas existenciales a menudo afectan a personas que han resuelto cuestiones anteriores relacionadas con éxitos profesionales y económicos. Pero aún así, siguen siendo un grave problema para ellos y su entorno.

Aquí hay algunas ideas clave para comprender y afrontar estos desafíos:

  1. Autoestima: Valorarse a uno mismo es fundamental. La autoconciencia es la clave para aprender a amarse.


  2. Reconocimiento de la crisis: Admitir que algo no está bien y que hay una crisis es el primer paso para buscar ayuda.


  3. Profesionales especializados: Buscar ayuda profesional es esencial. Asegurarse de que el terapeuta sea adecuado para tratar la crisis o la depresión existencial.


  4. Autoaceptación: Reconocer que somos imperfectos y comprender que la perfección es subjetiva. ¿Qué es el éxito, la felicidad? No se sabe.


  5. Superación de los vacíos: Comprender que algunos vacíos son inevitables, mientras que otros son consecuencia de nuestras acciones y se pueden abordar, cambiar, mejorar.


  6. Responsabilidad personal: Somos responsables de nuestro propio cambio y crecimiento. Los profesionales pueden guiar, pero somos nosotros quienes debemos efectuar cambios internos suficientes aunque sean lentos.


  7. Bienestar físico y actividades al aire libre: Practicar yoga, deportes o disfrutar de la naturaleza puede ser terapéutico. Ayudar a otras personas, colaborar con tu entorno, respirar profundamente de tu sociedad.


  8. Reflexión antes de la acción: Evitar tomar decisiones impulsivas. Anotar pensamientos y reflexionar sobre ellos es valioso. nadie te obliga a que todo se tenga que decidir en muy poco tiempo.


  9. Establecimiento de metas: Fijar metas y evaluar decisiones según se acerquen o se alejen las posibles decisiones de esas metas.


  10. Persistencia: Superar una crisis o depresión existencial lleva tiempo, y es un viaje lento y agotador. No abandonar la búsqueda de autoreconocimiento y superación es el primer paso hacia el éxito.

La lucha por superar una crisis o una depresión existencial no es sencilla, pero tampoco es imposible. Algunas soluciones pueden ser químicas, pero otras no. Los profesionales con experiencia en estos problemas saben cómo abordarlos. Si bien el camino puede ser lento, el primer impulso que no debes tomar es abandonar la lucha por reconocer tu propio potencial de superación y crecimiento.

19.10.23

Ya no hay que ser positivo. Ahora mola ser tremendo y negativo


Ahora estamos entrando en la crítica al "Buenismo" mal interpretado, a criticar las frases motivacionales, las que llaman positivismo tóxico. Y no solo lo justifican y lo explican, sino que advierten de que caer en leer frases en positivo es negativo para la salud mental, pues crea expectativas que no son posibles de cumplir.

Otra vez nos quieren tratar a los humanos como animales imbéciles. Si ya estamos de acuerdo y lo propagamos (de propaganda) que las frases positivas son negativas, nos quedaría lo contrario para sobrevivir. O lo que es peor, quedarnos agazapados, quietos en la mata y llorando. Veamos qué nos queda si ser positivo y ayudar a relajar las tensiones es negativo. 

Sí, nos queda lo contrario.

Las frases negativas son positivas… en contraposición a las positivas que son según nos dicen, las negativas.

¿Tenemos que caer y creer en lo que ya está de moda? 

Insultar, tener mala hostia, pensar que todos somos asquerosos si parecemos buenos, y unos putos asesinos si parecemos regulares. Hay que ser infeliz y jodernos pues pensar lo contrario es debilidad que nos impide rebelarnos.

Tendremos que volver a creer que nuestra incapacidad nos lleva a la debilidad extrema, y a la violencia de unos contra otros. Todos los que nos rodean son malos, nos pueden violar en cuanto demos la vuelta a la esquina, nos van a quitar la casa si salimos a comprar y no volvemos en cinco minutos, nuestros hijos corren peligro y el mundo es muy malo. Eso, o hacemos lo mismo para impedir que nos lo hagan a nosotros.

¿Es ese el mensaje que queremos transmitir, el que en contraposición al positivismo, creemos que es el bueno? 

Todo el trabajo de los entrenadores deportivos se nos va a la mierda. No sirve de nada decirles a los miembros de un equipo que hay que ganar, que somos capaces, que somos los mejores. Ahora se tratará de decirles que es imprescindible partirles las piernas. ¡¡Uff!!

¡¡No lleves una vida suave, hazte duro y sal a la calle a pelear!! Si te quedas mirando la belleza, eres imbécil y les estás haciendo el juego a los "buenistas". ¡¡Joorooba!!


7.10.23

¿Sabemos qué somos, quién somos?


Esta viñeta de Quino va más allá del humor, refleja una realidad que a menudo pasa desapercibida. La pregunta planteada por el paciente es sumamente común, aunque rara vez la expresamos abiertamente. ¿Quiénes somos cada uno de nosotros?

La incertidumbre sobre nuestra verdadera identidad es la raíz de esta reflexión. Se escapa incluso de cualquier concepto filosófico complejo. Para saber quien somos, tenemos que saber cómo nos afecta a nosotros y a todos ellos, el concepto personal que transmitimos, que mostramos, que creen ver.

Somos la percepción que los demás tienen de nosotros, basada en lo que mostramos y lo que ocultamos de nuestra persona, y en lo que ellos creen ver de nosotros. 

Somos lo que creen ver de nosotros, y por eso hay parte que desconocen y no pueden juzgar sobre nosotros, aunque siempre muestren silencio. 

Somos lo que ven de nosotros, pero muchas veces se lo callan, son percepciones que no nos llegan a nosotros, aunque seamos los protagonistas. Incluso muchas veces es imposible verbalizar por su parte la idea que ya tienen de nosotros, pues puede ser subjetivo.

En ocasiones nos convertimos en lo que no deseamos ser. En medio de estas interrogantes, surge la cuestión más relevante.

Aprender a comprendernos (y conocernos) a nosotros mismos nos brinda una mayor comprensión de nuestras perspectivas de vida, nuestros objetivos futuros y la satisfacción de los logros alcanzados.

Nuestro espacio de acción y nuestro éxito o fracaso en diversos aspectos de la vida también está influenciado por la percepción que tienen quienes nos rodean

Estas percepciones externas pueden impactarnos, especialmente si no tenemos una idea clara de nuestra propia identidad y nos dejamos llevar por las expectativas que otros tienen sobre nosotros.

Nos afectan esas sensaciones ajenas a nosotros, que siempre se convierten en decisiones de todos ellos, que nos mueven en la vida, sobre todo si no tenemos muy claro qué somos. Incluso qué importancia dejamos que tengan sus decisiones sobre nosotros.

1.10.23

8 Consejos básicos para personas mayores sobre su salud


Las personas mayores, en muchos casos ya jubiladas de nuestro trabajo habitual, tenemos muchos años de vida por delante, así que hay que cuidar la salud para provocarnos y cuidarnos para que esos años sean de la máxima calidad.

Siempre son los mismos consejos, pero es que son muy válidos y son únicos.

 Hay que andar, un poco más rápido que paseando. Mínimo 5.000 pasos. Y eso es sencillo si te marcas un recorrido fijo, alrededor de tu barrio o de tu domicilio, y lo haces al menos3 días a la semana, esos días en los que no vas a poder andar más o te vas a ir a otras zonas.

 Hay que hacer un ejercicio en casa que acompañe al andar, a ser posible ejercicios de fuerza adaptados a nuestra edad de jubilados. Hay decenas de ejercicios en internet de este tipo, que se pueden hacer en casa con sillas, con botellas de agua, con palos de escoba. No hay excusa.

 Hay que mantener las relaciones con más personas que tu propia familia, hay que mantener los amigos, incluso los vecinos o los compañeros de aficiones. Tan importante es la salud física como la mental, el bienestar emocional.

 Escribe. Es algo muy válido. Escribe. En un blog, en cuadernos, en libretas. Escribe y vacía tu mente. No es necesario saber escribir bien, todos servimos para escribir, para compartir, para entregar nuestras experiencias. No hay que buscar lectores, hay que vaciarnos y entregar. 

 ¿Te gusta la música? ¿Y el Arte? ¿Y el Teatro o el Cine? Tranquilo, siéntate en un sofá de un museo y contempla una obra. Quieto, relajado, incluso si no lo has hecho nunca, preguntándote qué puñetas haces allí. Verás que tu respuesta es curiosa.

 Tengo un amigo que hace pequeñas esculturas en madera, otro se colecciona objetos y pegatinas de la Transición española, otro lleva un pequeño jarín y un huerto, otros ayudan en diferentes ONG. Hay que estar activos, buscar nuevos proyectos de vida.

 Es importante descansar, dormir, relajarte, soñar incluso. Si tienes problemas con dormir al menos entre 6 y 7 horas, debes hablarlo con tu médico de familia. No se trata de cargarte de pastillas, sino de buscar los motivos e intentar resolverlos.

 ¿Cómo te alimentas? Hay que hacer caso a los médicos, pero tampoco debe ser un drama si alguna vez te saltas un poco las normas. Hay que alimentarse bien, y tú ya sabes cómo. Sin excesos, pero disfrutando de lo que tomas.

Ajovín