Moverse de una "Crisis Existencial" a una "Depresión Existencial" es más común de lo que se cree. Personas aparentemente exitosas a los ojos de la mayoría, con un alto nivel intelectual, trabajo y amigos, a menudo caen en una compleja depresión existencial que desafía la comprensión.
Incluso los profesionales de la psicología a veces luchan por entender los mecanismos que llevan a alguien a estos estados de crisis existencial, donde incluso después de lograr el éxito, la persona cuestiona todo. La primera pregunta es a menudo: ¿Qué es el éxito? Para quienes experimentan esta crisis, el éxito parece elusivo, aunque parezca lo contrario para quienes lo observan desde afuera.
Las personas en crisis existencial constantemente se cuestionan a sí mismas y dudan de muchas cosas, especialmente de su propio valor. A menudo, no encuentran respuestas, especialmente cuando las preguntas se vuelven más complejas y las soluciones parecen difíciles de alcanzar. La vida sigue su curso, y aunque podemos esforzarnos por lograr metas, hay ciertos mecanismos de acción que son inamovibles.
Crecemos para enfrentar la inevitabilidad de la muerte, despedimos a seres queridos, vemos amigos venir y, a veces, alejarse. No siempre podemos reemplazar amores perdidos, amistades que se desvanecen o familiares cercanos que se alejan. La vida es así, y cuestionar esto antes de que suceda puede ser doloroso.
Curiosamente, estos problemas existenciales a menudo afectan a personas que han resuelto cuestiones anteriores relacionadas con éxitos profesionales y económicos. Pero aún así, siguen siendo un grave problema para ellos y su entorno.
Aquí hay algunas ideas clave para comprender y afrontar estos desafíos:
Autoestima: Valorarse a uno mismo es fundamental. La autoconciencia es la clave para aprender a amarse.
Reconocimiento de la crisis: Admitir que algo no está bien y que hay una crisis es el primer paso para buscar ayuda.
Profesionales especializados: Buscar ayuda profesional es esencial. Asegurarse de que el terapeuta sea adecuado para tratar la crisis o la depresión existencial.
Autoaceptación: Reconocer que somos imperfectos y comprender que la perfección es subjetiva. ¿Qué es el éxito, la felicidad? No se sabe.
Superación de los vacíos: Comprender que algunos vacíos son inevitables, mientras que otros son consecuencia de nuestras acciones y se pueden abordar, cambiar, mejorar.
Responsabilidad personal: Somos responsables de nuestro propio cambio y crecimiento. Los profesionales pueden guiar, pero somos nosotros quienes debemos efectuar cambios internos suficientes aunque sean lentos.
Bienestar físico y actividades al aire libre: Practicar yoga, deportes o disfrutar de la naturaleza puede ser terapéutico. Ayudar a otras personas, colaborar con tu entorno, respirar profundamente de tu sociedad.
Reflexión antes de la acción: Evitar tomar decisiones impulsivas. Anotar pensamientos y reflexionar sobre ellos es valioso. nadie te obliga a que todo se tenga que decidir en muy poco tiempo.
Establecimiento de metas: Fijar metas y evaluar decisiones según se acerquen o se alejen las posibles decisiones de esas metas.
Persistencia: Superar una crisis o depresión existencial lleva tiempo, y es un viaje lento y agotador. No abandonar la búsqueda de autoreconocimiento y superación es el primer paso hacia el éxito.
La lucha por superar una crisis o una depresión existencial no es sencilla, pero tampoco es imposible. Algunas soluciones pueden ser químicas, pero otras no. Los profesionales con experiencia en estos problemas saben cómo abordarlos. Si bien el camino puede ser lento, el primer impulso que no debes tomar es abandonar la lucha por reconocer tu propio potencial de superación y crecimiento.