25.2.23

Los personajes y su control de lo que escribimos


Como escritores, nuestro objetivo es crear personajes complejos y creíbles que parezcan reales y que nuestros lectores puedan identificar, empatizar con ellos y creérselos. 

Para lograr esto, es importante escribir en gran medida sobre lo que quieren los propios personajes, en lugar de simplemente escribir sobre lo que queremos nosotros. No es perder el control, es incluso dejarnos sorprender por ellos, si son capaces de ir cobrando vida propia.

Es importante tener en cuenta tanto lo que quieres escribir tu como lo que quieren contar y vivir los personajes. 

Si bien es cierto que como autor tienes cierto control sobre la trama y el desarrollo de los personajes, también es importante tener en cuenta que los personajes deben tener sus propias motivaciones, deseos y necesidades.

Al crear personajes, debemos tener en cuenta su personalidad, antecedentes y objetivos, y usar esta información para determinar cómo reaccionarían en diferentes situaciones. 

Es importante que las acciones y decisiones de los personajes sean coherentes con su personalidad y objetivos, incluso si esto significa que las cosas no siempre van según lo planeado o como nosotros como escritores lo habíamos imaginado. 

Es importante que los personajes sean coherentes y creíbles, y para lograrlo, debes asegurarte de que sus acciones y decisiones estén en línea con su personalidad, antecedentes y objetivos. 

Por lo tanto, al escribir una historia, es importante tener en cuenta lo que quieren los personajes y cómo se desarrolla la trama para cumplir con sus necesidades. Pero sin olvidarnos que en nuestra historia, posiblemente ya tengamos un final decidido, y los personajes no deberían apartarse en exceso de este final, no nos deberían hacer cambiar la sustancia de lo que deseamos contar.

Al escribir sobre lo que quieren los personajes, podemos crear historias más interesantes y realistas que atraerán a los lectores y los mantendrán interesados en la trama. 

Además, al dejar que los personajes nos guíen en la escritura, podemos descubrir sorpresas y giros inesperados que nos llevarán a nuevas direcciones en la trama, en lugar de simplemente seguir un guion preestablecido.

En resumen, para crear personajes convincentes y escribir historias interesantes, es importante escribir sobre lo que quieren los personajes y dejar que ellos guíen la historia en lugar de simplemente (y solo) escribir sobre lo que queremos nosotros en la trama.

Dicho esto, también es importante que te diviertas escribiendo y que te apasione la historia que estás creando. Si no te interesa lo que estás escribiendo, es probable que la historia no sea tan buena como podría ser. 

Por lo tanto, es importante encontrar un equilibrio entre lo que quieres escribir y lo que quieren los personajes para crear una historia interesante y emocionante.

21.2.23

Actividad física para mayores hasta 80 años


Todos deseamos llegar a los 80 años en buenas condiciones de vida, es decir, muy válidos, capaces y no dependientes. No se trata de sobrevivir a los 80, sino de hacerlo en buenas condiciones. Y para eso todos nosotros, desde los 60 años, tenemos que empezar a tomar decisiones con nuestra propia vida, con nuestra salud.

No debemos basarnos solo en esperar a que sean los médicos los que nos resuelvan los problemas, la Sanidad es una cosa distinta a la Salud. Lo mejor, más rápido y barato para nosotros mismos es cuidar la Salud para evitar tener que entrar en la Sanidad.

Se ha dicho muchas veces que a partir de los 60 años de edad hacer ejercicios es fundamental, pero no nos lo queremos creer. Ahora ya se nos dice que además de aprender a alimentarnos, no basta solo con caminar, sino que hay que hacer ejercicios de fuerza. No, no se trata de llevar peso por la calle, hablamos de otro tipo de ejercicios.

Ejercicios de resistencia, de musculación, suaves y progresivos, que podemos hacer en casa con calma y como si fuera un juego que nos dará salud. Utilizar mancuernas, palos de escoba (sin escoba), ejercicios de movimientos programados que nos ayuden a cuidar nuestro equilibrio.

Tenemos claro que a esas edades, entre los 60 y los 80 años, además de poder caminar hay que tener sobre todo equilibrio y luego también fuerza. Estos dos elementos vitales nos salvarán de caídas que son el elemento más incapacitantes y que más nos puede llevar a los hospitales.

Al menos dos veces a la semana debemos hacer ejercicios de resistencia. ¿Y cuáles? Pues sin duda tu propio médico de familia o tu personal de enfermería te pueden ayudar, te conocer bien. pero si no, también hay ejercicios en internet o puedes consultar con fisioterapia o en un gimnasio. Los resultados y consejos serán muy similares.

Los ayuntamientos y los Centros de Salud de tu zona básica de salud hacen cursillos, charlas, programan actividades, y lo mismo se hace en los Centros de Convivencia de la Tercera Edad.

Tenemos que mantener nuestra independencia la mayor cantidad de años posibles. Y en gran parte depende de nosotros mismos. Una buena nutrición y un ejercicio físico correcto es fundamental.

Trabajar en un jardín personal, incluso en una docena de macetas, ayuda a cuidarnos. Hacer ejercicios de estiramientos varias veces al día, casi sin darnos cuenta, al levantarlos, al acostarnos, al ducharnos, al estar en el ascensor solos, ayuda a mover músculos congelados. Suavemente pero aprovechando tiempos muertos.

hay que tener flexibilidad para tener equilibrio, tenemos que aprender a mantenernos estables y si no es posible consultar con especialistas. Esto es fundamental. Y si no nos movemos, nuestro corazón empezará a funcionar más lentamente por la edad. Hay que cansarse de forma programada, moviéndonos ara mover el corazón.

Incluso cocinar o limpiar son ejercicios que ayudan a mantenernos en forma. Puede parecer un absurdo, pero nos obligan a movernos y sobre todo a mover nuestro cuerpo. Agacharnos, levantarnos, girarnos sobre nosotros mismos, alzar los brazos, levantar algo de peso, etc.

Hay que volver a subir escaleras. ¿Vives en un séptimo? Bien, pues sube en ascensor hasta el sexto, y el resto hazlo a pie. Es un ejercicio suave, sencillo, y tal vez en un mes o en dos meses, te apetezca subir solo hasta el quinto y hacerte a pie los dos pisos que te quedan.

¿Cuánto tiempo a la semana? Pues se habla de unos 150 minutos a la semana si es actividad moderada. Dos horas y media. Menos de media hora cada día. No es tanto, es sencillo si hay perseverancia. Y recordar, que siempre hay que calentar los músculos antes, pues empezar en frío podría producir lesiones.

Caminar, correr un poco, bailar que es maravilloso, en casa o en compañía de más personas, subir escaleras, hacer 15 minutos de bicicleta estática, todo ayuda y a veces mucho. Levantar pequeñas pesas como podrían ser botellas de agua durante de 6 a 10 veces en dos sesiones, también ayuda. Utilizar un palo largo para hacer ejercicios de movimientos suaves ayudan a la espalda y a tener equilibrio.


Recomendaciones Finales para hacer ejercicios de equilibrio

 Comienza por los ejercicios que te resulten más sencillos, e ir aumentando poco a poco la intensidad. 

 Busca un lugar cómodo y con espacio libre, que te permita realizar los ejercicios con total libertad.

 Si te sientes fatigado puedes hacer menos repeticiones, o repartir los ejercicios a lo largo del día.

 Evita distracciones mientras realizas los ejercicios; es muy importante que estés concentrado en lo que estás haciendo.

 Controla bien la respiración; te ayudará a estar menos fatigado y a mantener mejor el equilibrio.

 Si puedes realiza los ejercicios frente a un espejo, así verás tu posición y te resultará más sencillo corregirla.

 Es recomendable realizar una serie de estiramientos cuando termines, igual que calentar un poco al comenzar para evitar lesiones.

17.2.23

¿Confiamos en los que nos rodean?


Esta es una frase más, no es nada nuevo, pero tiene su sentido analizarla. En esto tiempos raros en donde las relaciones entre personas están en unos momentos débiles, raros, complejos de entender a veces, debemos saber y recordar que la Confianza no es saberlo todo de quien nos rodea, no es necesario, sino saber lo necesario, lo que realmente nos tiene que importar. 

La confianza es no necesitar saberlo todo, no estar pendiente en exceso de lo que hacen los que nos rodean, pues sabemos que podemos y debemos confiar en ellos.


12.2.23

Reflexiones sobre la Sanidad en Aragón y en España


Hay dos modelos de Sanidad Pública que son reconocidos como los mejores del mundo. El español y el de Reino Unido. Y curiosamente ambos están atravesando tiempos complicaos por diversos factores. ¿Es casualidad? ¿Es un proceso provocado por algo o alguien? ¿Tiene solución? ¿Antes del COVID todo era maravilloso?

Los problemas que atraviesa la Sanidad en España son claros, los conocemos y son similares entre España y Reino Unido. 

Conocemos los motivos de ese cambio de marco global que afecta a la calidad de sus servicios, y sabemos incluso las soluciones que se deberían tomar. Pero no siempre eso es suficiente para resolver los problemas, pues resolverlos es también no crear otros nuevos.

Hay una financiación pública insuficiente para la Sanidad, incluso en España sabemos que los presupuestos que llegan a Sanidad no están bien repartidos entre los diferentes sectores sanitarios de atención (AP, Especializada, Hospitalización, Salud Pública, Salud Comunitaria, etc). Para subir esa financiación hay dos caminos. O lo restamos de otros apartados públicos y los dejamos a ellos con menos presupuestos y recursos o se ingresa más economía desde lo público para poder repartir más. Y no, aquí no me sirve el mantra absurdo de que "hay que repartir mejor" porque nunca nadie se pone de acuerdo qué representa ese "mejor", sobre todo en Servicios Públicos.

Hay un mal reconocimiento de algunos espacios profesionales de la Sanidad. Eso hace que junto a una mala planificación del futuro sanitario por unas presiones inadmisibles de los submundos que se mueven dentro de la Sanidad, en este inicio de siglo haya menos profesionales de los que se necesitan, por aumento de la demanda y por jubilaciones prevista o aceleradas dentro y tras la pandemia. Los nuevos profesionales optan por otras especialidades que no sean Atención Primaria o Medicina Familiar, y en algunos casos optan por intentar irse a otros países. La formación la hemos pagado entre todos, pero las malas condiciones laborales (que no son solo el sueldo mensual) hace que las personas elijan su futuro y a veces no siempre es acertado para el Sistema de Salud Público de España. 

El modelo que se sigue en España para la Sanidad Pública es el llamado Beveridge que nace en los años 40 y tiene dos pilares básicos que son maravillosos pero que es posible que haya que actualizar de nuevo. Se basa en una financiación a través de impuestos diversos (empresas, trabajadores o transferencias del propio Estado) y en la universalidad de la asistencia sanitaria. El modelo empieza a flojear cuando en España el desempleo crece desmesuradamente, y cuando llegan a España millones de personas que sin haber cotizado antes necesitan servicios sanitarios gratuitos, como es lógico dado el sistema que nos hemos dotado. Y a su vez y por casi lo mismo, cuando la población española envejece y necesita más atenciones sanitarias. No cuadran los números como sucede en cualquier proceso en donde se ingresa menos de lo que se gasta. O se ingresa más, o se gasta menos. O se gasta más despacio.

La propia auto defensa que el interior del Sistema Sanitario ha empezado a realizar desde hace unos años es intentar diferenciarse entre Atención Primaria, Atención Hospitalaria y Atención Especializada, lo que complica las soluciones globales y sobre todo la relaciones entre diferentes apartados de la Sanidad en España. No hay una sola gestión sanitaria, están transferidas las competencias de Sanidad a las Comunidades pero además tampoco desde el Ministerio de Sanidad se ha sabido construir y exigir un Cuaderno Mínimo de calidad y resultados en la gestión, dando muchas veces la impresión de que el propio Ministerio se desatiende de los problemas máximos. Hay que añadir que la financiación para Sanidad que desde el Gobierno Estatal se entrega a los diferentes Gobiernos Autonómicos no es finalista, y estos pueden organizarla en sus propios gobierno como ellos crean necesitar. Y claro, las diferencias de necesidad son tremendas, por la despoblación y por el espacio geográfico que hay que atender. No cuesta lo mismo atender de media a un ciudadano de Madrid que tiene hospitales, médicos y pacientes a escasa distancia los unos de los otros, que en Aragón, Extremadura o Castilla, en donde incluso los desiertos demográficos convierten en tremendamente costoso dar la misma atención sanitaria que deben tener todos los ciudadanos del mismo país.

 A su vez hemos ido convirtiendo la Salud en algo incontrolable, desde los propios ciudadanos que no atienden con la misma energía los problemas futuros de su "propia salud" que los de otras partes de sus utilidades personales; o desde el propio Sistema de Salud que ha ido primando más la cantidad que la calidad del trabajo que realiza. La Salud debería ser algo que se aprende, se enseña, se cuida, y si falta tenemos que entender que hay una Sanidad para resolverla… si puede. La Sanidad no puede hacer milagros, desgraciadamente. Pero a su vez se nos educa en una falta de responsabilidad individual, posiblemente por criterios sociales, y eso a la Salud y a la Sanidad le va fatal y resulta muy caro continuar con esa irresponsabilidad de todos con todos. 

 Pero también lo que rodea a la Sanidad no siempre juega a cuidar efectivamente la Salud. Los tremendos costes en aumento constante de la Farmacia supone que ante la saturación, lo sencillo sea recetar química, incluso admitiendo todas las partes que a veces se juega con los números de los análisis clínicos para subir o bajar los resultados económicos de grandes empresas farmacéuticas. 

 No es posible entender que un médico de Atención Primaria sea un simple profesional detrás de una mesa y una pantalla de ordenador, que rellena papeles con pastillas apuntadas. Un profesional de AP debe ser mucho más que eso, y así está diseñado el Sistema, aunque no seamos capaces de cumplirlo. Pero nadie quiere decirnos cuanto más debe salir el profesional de su mesa, qué funciones de Salud Pública y de Salud Comunitaria deben ejercer los médicos de AP y el personal de Enfermería o los Trabajadores Sociales. Todos estos entramados juegan para mejorar la SALUD dentro de un Sistema que llamamos Sanitario. Pero no es lo mismo la SALUD que la SANIDAD. Y la responsabilidad de todos nosotros, pacientes, gestores o profesionales, no es la misma cuando hablamos de SALUD o de SANIDAD.

Un profesional de la AP tiene también que seguir estudiando, tienen que investigar como poco los problemas que afectan a su Zona de trabajo, conocer muy bien los Mapas Sociales de su zona de influencia e incidir sobre ellos desde los análisis estadísticos de la realidad con la que trabaja. Debe reunirse mucho más con otros profesionales en similares procesos sociológicos para intercambiar información, pues todo eso es Calidad Asistencial. No se trata solo de la disyuntiva de atender a los pacientes 5 o 15 minutos, sino de atenderlos con los conocimientos correctos en cada momento, tras la información actualizada y sin ser presionados por marcas comerciales. Esto se hace, pero no siempre, no en todos los casos. Y para evitarlo hay que gestionar mucho mejor los Controles de Calidad internos. No se trata solo de atender quejas de los usuarios, a veces bien y a veces mal, sino de controlar los servicios y sus calidades desde los profesionales máximos y exteriores, que deben hacerlo con conocimiento alto de lo que se necesita, dentro de los estándares programados.

Hay un excesivo uso de la Sanidad en España. Y esto hay que explicarlo bien para que nadie se lance a mi cuello. El crecimiento de pruebas a todos los pacientes en las dos últimas décadas han jugado en ese proceso de "hacer más" en vez de en un proceso de "hacer mejor". Las pruebas aleatorias o ciegas a veces no solo son incómodas sino también inútiles, por no decir que a veces son incluso contraproducentes. Y los profesionales lo saben. Deberíamos trabajar MUCHO MÁS en la Salud Global, o en la Calidad de la Salud Pública y Comunitaria, desde los propios Ayuntamientos a los controles de la Alimentación, desde las propuestas de movilidad y deporte, a trabajar mucho más en el Bienestar Emocional en las edades que ya tenemos detectadas como críticas. Nadie está diciendo que este sea sencillo.

No es admisible incluso por análisis económico estatal, que haya listas de espera tremendas tanto en AP como en intervenciones no urgentes. Admitimos mal pero admitimos que las Mutuas Laborales para bajar los costes de las Bajas laborales intervengan en esas Listas de Espera que acrecientan los tiempos de demora entre las personas que no trabajan. Pero humanamente es una aberración, pues esas personas "que se cuelan" se aprovechan de las cotización de los cotizantes que ya no dependen de las Mutuas y que tienen que esperar más. Y los que hoy "se cuelan", deben saber que en unos años sufrirán lo mismo que ahora evitan.

 Inevitablemente la saturación en AP tienen unas consecuencias rápidas y lógicas. Una saturación de las Urgencias y un crecimiento del coste de cada enfermedad por ser atendida no en su periodo lógico, sino unos tiempos después por las demoras. Y a su vez se intuye que el crecimiento de los fallecimientos en estos años e relación a las medias estimadas, tienen también un componente por la gravedad de los procesos no atendida en su momento correcto. 

Conocemos los problemas e intuimos gran parte de las soluciones necesarias. Pero no pueden venir desde las Comunidades Autónomas, sino de cambios y reformas a nivel Estatal. 

Un Sistema de Salud que ha ido sufriendo algunas reformas es válido si sabe adaptarse con inteligencia en su gestión a los cambios sociales y tecnológicos. Si sabe defenderse ante las crisis. 

No tengo claro que a todas las partes les interesa la reforma o algunas de ella prefieren simplemente el hundimiento para buscar otros sistemas de Salud, que los hay y los tenemos muy carca para copiar. 

Personalmente opino el actual Sistema de Salud en España sigue siendo el mejor. 

Pero si desde el año 1986 en que se promulgó la Ley General de Sanidad no se ha modificado lo necesario, llevar 37 años sin cambios es un detalle que igual, no sé, debería hacernos reflexionar que todos hemos cambiado mucho en los últimos 40 años, como para que también se actualice un Sistema de Salud que requiere bastantes reflexiones.

Julio Puente Mateo



6.2.23

Nuestra salud es nuestra y somos sus responsables primeros

Muchas veces en la vida de cada uno de nosotros tenemos que elegir. Y muchas de esas veces ni es fácil ni agradable elegir algo dejando por el camino otras partes de nuestra vida o forma de vida. Pero es algo que nos sucede a todos y varias veces de forma importante.

Nuestra salud es nuestra. No es del médico ni de los medios de comunicación, ni de la familia o de los amigos. Es nuestra.

Así que nuestra salud la tendríamos que cuidar nosotros, nos tendríamos que empoderar y tener el poder personal de tomar decisiones que nos afectan a nosotros solos y que son importantes para nuestro futuro.

Acudimos a los médicos como los salvadores de nuestra salud, cuando en realidad son meros analistas de situaciones para intentar poner remedio a lo que nos sucede, pero muchas veces es mejor actuar nosotros antes, reflexionar y tomar decisiones personales que ayuden a cuidar nuestra salud.

Sabemos qué nos va mal para la salud, nos lo dicen centenares de veces desde decenas y decenas de lugares distintos. Es duro a veces tomar algunas decisiones, pero más duro es perder las opciones de poderlas tomar, por culpa de no haberlo hecho antes.

2.2.23

¿Quieres sentirme algo mejor, hoy mismo?


Vamos a realizar un ejercicio muy sencillo para encontrarnos mejor nosotros, aunque creas que en realidad no te afecta a ti. Verás que sí. 

Desde primera hora de la mañana, hoy mismo, vamos a intentar comprender a los demás, a los que nos rodean y nos comentan cualquier asunto. 

Vamos a ponernos en su lugar, a intentar comprender por qué se comportan como se comportan, aunque no nos encaje mucho sus formas. Empatía sin decirlo, empatía nuestra hacia ellos, para ver qué sucede.

Si los intentamos comprender, en realidad estamos intentando quererles algo más. Y eso supone que el amor se multiplique entre ambos, que esa persona también te entregue algo más de su buena vibración.

Si tienes dudas, escribe una nota personal sobre tus divergencias, tus dudas al respeto. Y con calma intenta encontrar qué mueve a esa persona a separarse tanto de tu forma de ser, de tu manera de pensar ante la misma situación.

No se trata de convencerles, tampoco de que ellos te convenzan a ti. 

Se trata de comprender, entender, admitir que ante lo mismo hay diversas maneras de comportamiento, y la tuya además de no ser la única, también permite matices diversos.