No estamos en tiempos de grandes alegrías, de positivismo, incluso tampoco de humanismo de casi ningún tipo. Son meses o años duros para mantener la felicidad como un ejercicio fácil. Para todos casi por igual, y en algunos casos, la situación es mucho más dura todavía.Así que, hay que buscar alternativas que nos recuerden que se puede ser algo más feliz, si tenemos en cuenta algunas pequeñas cosas.
Por ejemplo dormir mejor, hay muchos consejos sobre esto.
Saber valorar los silencios en algunos momentos, y digo silencios profundos, de los que se notan.
Intentar caminar tranquilamente, sin depender del destino ni del reloj.
Despertarnos sin prisa, sin ruidos, con calma, al menos los primeros minutos.
Hablar todos los días con alguien, y es incluso mejor hablar de nada en concreto y de todo.
Leer. Leer es un buen ejemplo de tiempo sencillo.
Buscar la manera de reír un poco todos los días. En la televisión también es posible encontrar humor.
Como algo sencillo, de forma lenta, saboreando lo que es común, por ejemplo un buen pan.
Ponte música. La que quieras. Cambia según el día y tus gustos. Con cascos o sin ellos.
Vete a dar una vuelta por un parque de tu barrio. Busca árboles, césped, y si es posible pájaros gritando.
Dedicar un día a la semana a no ver ni la televisión ni el iPad, y solo lo urgente del teléfono.
Hacer algo de ejercicio según la edad. Gimnasia, Pilates, Yoga, natación, respiraciones.
Ponerte como norma tomar todos los días que puedas y deben ser casi todos, el café de las 11.
Sentirte tú mismo, saber que decir No… es a veces bueno, y que te hace fuerte.