27.10.24

Los objetivos SMART son objetivos concretos


Debemos concretar en nuestros deseos de cambio empresarial o personal, en el diseño de hacia donde queremos ir, cambiar o modificar nuestros anteriores objetivos. 

Debemos aprender a establecernos objetivos SMART (acrónimo en inglés basado en los adjetivos: específico, medible, realizable, realista y limitado en el tiempo). 

Es muy sencillo y sobre todo mucho más útil que utilizar la ambigüedad de plantearnos un objetivo sin especificar, sin diseñarlo bien, sin tenemos claramente apuntado como un destino empresarial.

Si nunca antes habías escuchado este acrónimo “SMART (inteligente)”, memorízalo ahora y ponlo en marcha, intenta tenerlo como una nueva manera de construir los caminos hacia los objetivos. 

Cualquier objetivo que te establezcas en tu vida debe ser específico, medible, realizable, realista y limitado en tiempo. 

Si cumple con estas cualidades, es más probable que lo alcances y que además sirva para algo eficaz el propósito que te planteas.

Por ejemplo, un objetivo normal puede ser: "Voy a aprender inglés".

Un objetivo SMART (inteligente) es: "Voy a apuntarme a una academia, acudiré una hora durante dos días a la semana, y me comprometo a estar todo el próximo curso; veré la serie “X” en versión original, y haré todos los ejercicios que me manden en la academia".

 Es específico y concreto porque sabes cuánta actividad vas a hacer y qué quieres lograr. 

 Es medible; ¿cumpliste lo que te prometiste o no? 

 Es realizable y realista; todos podemos sacar dos horas a la semana para una actividad nueva e importante para nuestro crecimiento. 

 Está limitado en el tiempo, porque podrás ver al final del mes si alcanzaste tu objetivo y además medir si avanzas o debes corregir tus tiempos. 

Estos procedimientos, herramientas mentales para alcanzar objetivos y metas, sirven para multitud de asuntos, desde muy grandes a muy pequeños. Es un modelo sencillo, y por ello no te cansará pues puedes ir midiendo el ejercicio de avanzar y de medir lo que te has ido proponiendo.

Hay otros métodos, otras herramientas, pero posiblemente sean más complicadas que este modelo que puedes llevar memorizado y que es muy sencillo.



3.10.24

Hayek Vs Keynes: Primera parte del tema


Entramos en fin de semana y por ello la productividad de la semana alcanza su punto más bajo antes de retomar el descanso semanal y recoger nuevas fuerzas. 

En vez de intentar contar con otras palabras lo que tan sencilla y perfectamente está explicado por el profesor Skidelky, os remito a su propio artículo, "Una nueva contienda entre Keynes y Hayek" donde se puede leer en castellano.

Os remito aquí un par de citas del mismo:

Sobre Hayek:

Su gran fortuna fue sobrevivir a Keynes por casi 50 años, y por tanto reclamar una victoria póstuma sobre un rival que lo había embestido intelectualmente cuando estaba vivo.

La eterna batalla.

Mientras que para Hayek la recuperación requiere la liquidación de las inversiones excesivas y un aumento del ahorro de los consumidores, para Keynes consiste en reducir la propensión al ahorro y aumentar el consumo a fin de mantener las expectativas de utilidades de las empresas. Hayek exige más austeridad mientras que Keynes exige más gasto.

Concluye:

Por lo tanto, a pesar de su distinción como filósofo de la libertad, Hayek merecía perder su batalla con Keynes en la década de 1930. Y se merece perder la revancha de hoy también.


Hayek Vs Keynes: Segunda parte sobre la escuela austriaca de economía



Lo cierto es que si no llega a ser por un compañero, autodefinido él mismo como austríaco, no habría llegado a saber tanto de esta escuela económica. La Escuela Austríaca de EConomía.

Posiblemente, aun siendo la más asignada en gran parte de los círculos económicos (al menos sí muchas de sus ideas), en el plano educativo de la economía básica, la escuela austríaca así como Hayek o Mises son unos grandes olvidados.

Hay una razón para ello, aunque para mi es incorrecta. Y es que su escuela es heterodoxa, es decir no se ajusta al canon del resto de escuelas económicas, que basan su idea y conocimiento en modelos.

Todo el argumento austríaco es discursivo, no creen en modelos económicos, y se distancian mucho de estudios econométricos/estadísticos (lo cual no quiere decir que no los hagan o usen, pero si son muy críticos con estos).

El argumento clave de esta escuela es básicamente la opuesta al keynesianismo o al monetarismo, pues dicen que la mejor aportación al sistema económico que se puede hacer desde instancias superiores (sector público o bancos centrales) es no hacer nada.

Su argumento se basa bastante en la toma de decisiones de los individuos y los precios relativos, en la posición del ahorro frente a la inversión y a mantener la economía bajo una libertad estricta que permita a los individuos poder tomar las mejores decisiones, sabiendo el precio real de todo producto. Cualquier actuación pública hace variar los precios relativos y eso acaba fastidiando todo el sistema (ahorro, inversión, consumo).

Con tipos de interés bajos las inversiones se hacen muy rentables lo cual, bajo nuestro sistema financiero, permite una sobreinversión en sectores que pueden crear burbujas, endeudamiento y en última instancia crisis.

Lo cierto es que como describía en otro artículo, la escuela kaynesiana y austríaca no se diferencian tanto en sus raíces. Podemos hablar de ellas como los típicos hermanos cabreados que jamás llegarán a hablarse.

Las dos parten de la tradición "Milliana" de la economía, la cual, en oposición al empirismo predictivo, basaba la validación de la teoría en la validez de los primeros argumentos de los que deducían la teoría (las premisas) y no en una validación posterior a partir de estudios que refutaran la propia teoría.

La diferencia es que mientras el empirismo introspeccionista (línea keynesiana) basaba la validad de sus premisas por una evidencia empírica, aunque sea evidencias internas, la línea austríaca la basaba en hechos que, para ellos, eran innatamente verdad, los llamados “principios sintéticos a priori” que no necesitan ningún tipo de validación.

Por ejemplo, para los keynesianos es una premisa evidente el decir que una parte de lo que se gana como renta se dedica a consumir y otra a ahorrar. Esto es algo obvio que no necesita ningún tipo de estudio. A partir de aquí se pueden sacar generalizaciones a través de modelos económicos.

En la línea austríaca tendríamos por ejemplo: Toda acción viene motivada por algo, es decir, tiene un propósito. También algo evidente.

No, la diferencia no es grande, es simplemente un matiz. Y lo que verdaderamente separaría a las dos escuelas sería el modo normativo (como debe ser) de ver la economía.

En el modo positivo (es decir, en la explicación de lo que es y de cómo funciona la economía) la escuela austríaca tiene muchos aciertos. Sus libros discursivos y de ensayo (aunque no por ello es una lectura más fácil) son profundos y muy correctos.Su crítica a la agregación macroeconómica me parece razonable, su visión de un capital heterogeneo muy lógica, y la diferencia entre inversiones buenas y malas, aun con matices, correcta. Sin embargo bajo mi experiencia, llega un momento en el que intenta imponer tras páginas y páginas de lógica incorregible una conclusión que no lo es tanto, en un movimiento que se aleja de la neutralidad con la que intentan plagar el texto.

Keynes por su parte también hacía libros discursivos y era más parecido a la línea austríaca que a los economistas clásicos. Pero sus razonamientos se hicieron mucho más modelizables (gracias, sino me equivoco a Hicks).

Que hay un sobre endeudamiento en el sistema derivado de muchos años invirtiendo en la burbuja es algo que todos entienden. El cómo hemos llegado a ello, (con muchos matices) es algo que también suele concordar. El problema es que para los austríacos lo fundamental ahora es que el ahorro se vuelva a sobreponer sobre la inversión, que el endeudamiento se acabe y el sistema vuelva a ser tan perfecto como en su teoría debería ser. Mientras para los keynesianos ese incremento de ahorro ahora nos llevaría de forma agregada a una crisis aun mayor por lo que hay que hacer es justamente lo contrario, impulsar el consumo.

Aparte de los muchos problemas que le veo a la escuela austríaca (y en este artículo solo hablo de sus  virtudes), hay un elemento que llegué a leer que terminó por decantarme por la escuela de Keynes. Y es que no creían en el comportamiento circular explosivo de la economía. 

El argumento de Keynes es que si ahora mismo aumento el ahorro, esto llevará a un descenso en el consumo, lo cual hace que se venda menos, lo cual implica que más empresas tienen que cerrar o despedir a gente, con lo que mucha gente se va al paro, y el ahorro, de forma agregada, baja (o mucha gente no puede hacer frente a su endeudamiento)

Los austríacos no creen en esta serie de movimientos de aglomeración explosiva (no digo todos, pero lo llegué a leer como argumento principal), mientras que yo los considero básicos.

Mientras los austríacos consideran que se debe perseguir siempre el estado de libertad y competencia perfecta, aunque para ello tenga que bajar la producción un 10% de golpe, aunque por el camino se pierdan empleos, los keynesianos consideran que el sistema está lleno de ineficiencias derivadas de desigualdades iniciales, imperfecta información (imperfecta y desigual), poder de mercado (es decir, ya de base no creen en la competencia perfecta derivada de la simple libertad individual), y prefieren disminuir el endeudamiento a largo plazo, aludiendo a que, la mejor forma de pagar tu endeudamiento es tener un ahorro con la que poder hacerlo.

Podriamos tener a Hayek como el polí malo de la película: Si quieres invertir, primero ahorra. Si hay crisis no hay varitas mágicas que solucionen nada. Los atajos pasan factura… Y a Keynes como el poli bueno: Yo te ayudo ahora pero luego tienes que valertelas por ti mismo. Sé que lo has hecho mal pero no te voy a dejar sin cenar. Lo cierto es que necesitamos de los dos. 

O al menos (y no estoy siendo tendencioso), las dos son formas diferentes de ser o educar, presentes aun hoy día y que van más allá de lo que a economía se refiere.

El estado de competencia perfecta de los austríacos no es el mismo que, por ejemplo la escuela de Chicago (para mi estos ya son simples irracionales y ciegos obtusos). Por decirlo de forma rápida. Para Keynes la presencia de los monopolios implica que hay un poder de mercado en manos de una empresa y que sería mejor regularla (como ya se hace). 

La escuela de Chicago diría que si hubiera verdadera libertad económica no habría monopolios (para mi esto es una tontería como u pico de grande). Para los austríacos (más conscientes de la realidad) la presencia de monopolios puede surgir en libertad económica pero para ellos no es ningún problema, ni implica ningún perjuicio para la sociedad. Para ellos, todo lo que se deriva de la libertad económica estará bien.

Por otro lado, la escuela austríaca tiene, a su vez, muchos seguidores y algunos muy diferentes. No me gusta mucho que se tome a Hayek y Mises como los líderes de la verdad absoluta e incluso hay gente dentro de la escuela que también lo crítica. Los keynesianos por su parte hace tiempo que se desligaron un poco de Keynes, de lo que solo se mantiene su “forma de ver” la economía.

En definitiva, tanto Keynes como Hayek, a menudo exponentes máximos de escuelas enfrentadas siguen hoy de actualidad, lo cual considero que es signo no ya de que ninguna escuela ha conseguido triunfar sobre la otra, sino de que muy posiblemente las dos puedan tener su trocito de razón. La reconciliación es imposible pues su forma de entender la política es diametralmente opuesta. 

Muchos blogs y académicos se pasan horas criticando al contrario. Solo hay que ver la cantidad de artículos que hay dedicados a difamar contra Krugman y sus ideas. Por eso creo que los que estamos en medio tenemos que ser lo suficientemente sensatos como para pasar por en medio, coger lo mejor de cada casa y salir pitando de allí. Aunque en mi caso, defensor del nuevo keynesianismo, coja más cosas de una que de otra ;) .

PD: Creo que ya los he recomendado alguna vez, pero es que ahora vienen perfectos. Los Rap’s de Keynes Vs Hayek. Una visión muy satírica y humorística de esta infinita batalla: Aquí la primera parte. Y aquí la segunda. Este último es mucho mejor, más diálogos y con un final tremendamente cierto.

Son 18 ideas para crear empleo

El problema del paro y desempleo en España, que a veces nos parece irresoluble, cambiado en los últimos años por el empleo precario y sin calidad social ni económica a costa de bajar el desempleo, es algo sobre lo que siempre tenemos que volver para intentar dignificarlo. 

Y todos nosotros tenemos también la obligación de explorar todas las opciones, incluida la de independizarnos de trabajar para otras personas. ¿No somos capaces de intentar crear nuestra propia empresa?

Tenemos la sensación de que en España y durante muchos años no lograremos crear empleos nuevos de calidad y netos, que sean capaces de dar trabajo estable a millones de españoles, y sobre todo que sirvan para crear riqueza en nuestra sociedad, para que los españoles sí sientan dignificados por su trabajo y por lo que obtienen por el mismo. 

¿Tan complicado es crear nuevos empleos de calidad? Veamos alguna claves para intentar entender esto y participar de las soluciones.

  Los empleos sólo los pueden crear empresas, sean estas privadas o públicas.

 Realmente los empleos los crean otras personas con sus decisiones, que son quienes toman esas nuevas decisiones a través de sus empresas. Sean privadas o públicas.

 Todas las empresas privadas tienen como meta obtener más beneficios. Hasta hace unos años se pensaba que crecer era el mejor camino; ahora se piensa que bajar los gastos es el mejor camino. Diríamos que encajar ambas opciones es lo mejor.

 Todas (casi) las empresas que hoy existen han estado endeudadas en los últimos tiempos al menos y siguen necesitando recapitalizar sus contabilidades.

 Casi todas las empresas necesitan con urgencia volver a invertir en nuevas tecnologías de producción, pues durante estos años no lo han hecho a la velocidad necesaria, y todo el proceso de fabricación o comercial se ha ido quedando obsoleto.

 Las empresas no van a crecer —para facturar más— mientras no vean una economía pública limpia, segura y clara, y una facilidad de crédito.

 Las empresas antes de crecer para facturar más, reestructurarán sus gastos, sus plantillas adaptándolas a las nuevas normas de las últimas décadas, su tipo de producción, su tipo de cliente, su gestión.

 Cuando las empresas empiecen a tener algún beneficio, lo emplearán en primer lugar a pagar deudas si las tienes. Tras ello, volverán a invertir en nuevos procesos de producción y tras ello, empezarán a contratar a más y mejor gente para crecer en tamaño.

 La forma de entender las relaciones laborales YA han cambiado. Los viejos empresarios quieren una manera diferente de contratar, de pagar, de despedir, de emplear los RRHH. 

 Los nuevos empresarios están necesitando construir nuevas formas de relacionarse con los equipos de personas. No siempre esclavistas ni negativas, y en eso radicará el éxito de unas empresas contra otras.

 Casi la única manera para los trabajadores de salir de este círculo asfixiante de poco y mal trabajo es EMPRENDER y crear sus propios trabajos. 

 Pero existe otra manera, y es crecer en nueva formación 

 También existe la opción que hay que tomar con sumo cuidado, de hacer inversiones, aupándose desde equipos de personas y no desde una forma individual. Emprender nuevos proyectos es complicado, pero el éxito gratifica.

 Lo más complejo no es conseguir la financiación para un proyecto nuestro, esto muchas veces es falso. Lo más complicado es encontrar un proyecto válido, rentable, que tú mismo te lo creas de verdad. 

 Si quieres ser empresario de tu propio puesto de trabajo, debes buscar una buena idea que sea rentable. Si es rentable encontrarás quien te preste dinero para obtener esa rentabilidad. Pero antes tienes que demostrarles que tu idea es rentable.

 Convertirte en empresario, aunque sea sin trabajadores, es siempre un riesgo. Efectivamente. ¿Y? ¿No es un riesgo estar desempleado tras haber realizado una formación alta durante muchos años? ¿No es un riesgo irte a China, Alemania o Chile a trabajar por cuenta ajena?

 Piensa SIEMPRE en los beneficios de tu empresa, pero no pienses NUNCA en repartirlos como si fueran el premio a tu trabajo bien hecho. 

 Los beneficios son para reinvertir y pagar deudas, para capitalizar y estar más seguro, para ser mejor que tu competencia o para aprender, para crecer despacio o para diversificar tus proyectos. Los beneficios son para perderlos o bien para… multiplicarlos.

Todas estas pequeñas claves se resumen en una sola. Debemos emprender, estudiar la manera de crear nuestro propio puesto de trabajo, nuestra propia empresa por pequeña que sea. Saber qué podemos hacer, en qué somos buenos, hasta dónde podemos invertir, con quien podemos contar para intentarlo. 

La formación empresarial es también una buena manera de tener formación profesional.