
En España hay un salario mínimo mensual
de poco más de 645 euros brutos. Muy poca cantidad que tiene que ver con varios
factores. Incluido la inflación constante, incluso con el cambio de moneda que
cuando teníamos la peseta cambiaba según las necesidades económicas del país y
hoy se mueve por vientos que no controla Epaña.
Si viajamos al Reino Unido es posible ver
la imagen que os muestro. Una botella de agua mineral de lo más normal al
precio de 2,19 libras los 750 ml. Es decir sale por unas 3,65 euros el litro.
El SMI en España es de 645 euros. Tenemos para 167 litros de agua mineral al
precio del Reino Unido. Pero en España es normal que un botellín de ese tamaño salga
a unos 0,80 euros el litro. Si la compramos por garrafas puede salir a unos
0,10 euros el litro. Tremenda diferencia ¿no?
Los sueldos necesarios en Reino Unido
tienen que ser mucho más altos para poder consumir la misma cantidad “de cosas” que
en España. Que paguen más no quiere decir que se gane más. O que se tenga una capacidad
de consumir mayor. Depende.
La capacidad de compra de las personas es
un factor importantísimo, pues si no los países occidentales y consumistas no
pueden funcionar. Necesitan que cada uno de nosotros podamos comprar, consumir.
Es decir, necesitan que nos gastemos casi todo lo que ganamos como sueldo en
casi todo lo que necesitamos para vivir.
Y necesitaremos consumir más o menos,
según la producción de esa misma sociedad. En España como tenemos pocos
millones de personas trabajando no es necesario consumir tanto como si
tuviéramos cinco millones de personas más en capacidad de consumir a un nivel
alto y por ello a esos mismos cinco millones de personas produciendo para lo
que se consume. Puede resultar curiosa esta afirmación o liante. Pero lo cierto
es que todo el sistema se asienta sobre el consume o la producción, las
exportaciones y las importaciones. ¿Y las deudas?
Ese es el factor más complejo de encajar.
Debe quedar un remanente para poder pagar la deuda que se arrastra. En los
países, en los hogares, en las personas, en las empresas. Y todo debe encajar
con otro factor manipulable: los impuestos. Y que son el factor que permite al
Estado restar para el funcionamiento de este una parte del todo. Pero el todo
debe encajar. Y dejar un poquito para lo que se llama beneficio o ahorro, según
hablamos de empresas y producción o de personas y sueldos.