Los jóvenes que en los años 90 teníais entre 20 y 25 años, ahora tenéis entre 40 y 50 tacos y os estáis encontrando de bruces con el mal del desempleo, que afecta más asquerosamente a los mayores de 45 años. Esa generación, la vuestra, que creímos iba a conquistar el mundo mundial, está ahora sufriendo dentro de trabajos basuras o en trabajos precarios o en trabajos en los que estáis asustados.
Aproximadamente sólo el 6% de los trabajos que se ofertan en estos momentos va dirigido a personas mayores de 45 años. Es la realidad estadística, la triste realidad de vuestro colectivo que ha visto acabar su éxito en menos de dos décadas, si alguna vez lo alcanzó. ¿Cuántas empresas son capaces hoy de contratar a mayores de 45 años para sus demandas de empleo?
Lo curioso es que esta decisión empresarial, la de NO contratar a mayores de 45 años, es un absurdo en su concepto. Pero parece imposible revertirla ni explicar lo de negativo que lleva dentro. Además de su experiencia, tienen dentro la tranquilidad, el sosiego laboral, la carrera profesional ya asentada, menos problemas, una excelente salud, menos conflictividad laboral, más capacidad de trabajar en equipo. ¿Cúal es el motivo real de que las empresas huyan de esta edad para contratar a nuevos colaboradores?
Tal vez la falta de conocimientos en idiomas, principalmente en inglés. Tal vez en algunos casos sean persona que no lo tienen tan fácil para una movilidad amplia, para un cambio geográfico, para una flexibilidad de horarios. Tal vez resulta mucho más complicado engañarlos, lograr que acepten todo tipo de trampas legales, de contratos basura, de apaños, de abusos en horarios o en sueldos.
Lo cierto es que dentro de esas dificultades que creo temporales, los mayores de 45 años deben estar totalmente puestos al día, y abiertos a diversas posibilidades profesionales. Quedarse sólo en su profesión anterior y considerarla además de habitual, única, es un gran error.
Los planes de formación ya no son asunto de los poderes públicos, de los sindicatos o de las empresas. Sobre todo porque hasta ahora lo han hecho MAL. Los planes de formación los tenemos que diseñar nosotros mismos, trabajar en ellos y pagarlos. Y sólo así seremos capaces de luego sacarles provecho pues sabremos lo que nos han costado. Que no nos de pena tener que pagar un buen sistema de activación laboral, pues si sabemos elegir dónde y qué, sabremos sacarle despues beneficio personal.
Este proceso de formación para mayores de 45 años debe tener en cuenta algunos aspectos fundamentales.
Mantener la ilusión profesional y la motivación constante
Volver a activar a las personas desempleadas
Aprender las tecnologías más punteras, tanto en general como las indicadas para tu propia profesión
Abrirse lateralmente desde tu profesión anterior, buscando nuevas posibilidades no totalmente diferentes pero sí adaptadas al momento actual, para que tengas más posibilidades.
Hay que aprender a trabajar en equipos. A partir de los 45 años es más complejo hacerlo dentro de equipos múltiples en sexo, edad, categorías, profesiones, experiencia, etc. Esa es la dificultad que hay que aprender.
Aprender la importancia de los foros tecnológicos, las redes, la actualización a través de la innumerable información que circula por la red, separando el polvo de la paja.
Ser humildes y no pasarnos de actitud. Ni somos viejos ni somos los más listos. No conocemos todo pero tampoco desconocemos lo necesario.