Desde la Universidad de Navarra, la psicóloga y escritora María Jesús Álava Reyes, que impartió una conferencia bajo el título 'La felicidad productiva', nos manda un mensaje muy claro y contundente. La felicidad de los trabajadores puede aumentar hasta un 30% su productividad. Es pues una buen inversión procurar que los trabajadores de las empresas estén felices sus horas de trabajo, crean que forman parte de una comunidad que procura su felicidad, y que el éxito es algo que deben todas las partes buscarse por igual, como elemento positivo y productivo.
La señora Álava señaló con claridad que: “…la felicidad es la que provoca el éxito, y no al revés.La clave está en una buena combinación entre la gestión de las operaciones con eficiencia operativa, y la gestión de las personas buscando su felicidad profesional“.
María Jesús Álava Reyes preguntó: “¿por qué a la hora de escoger entre los candidatos no interesa saber si son felices o no; y nos centramos fundamentalmente en otro tipo de competencias?. Sabemos que el impacto que en un equipo tiene una persona alegre, vital, feliz, motivante, es fantástico, ya que generalmente es gente que busca soluciones, creativa y resistente a la frustración. El impacto que esto tiene en la empresa y en la productividad de ésta es enorme”.
Quiso también hacer una distinción entre el estrés positivo, “aquel que nos estimula, nos ayuda y empuja a mejorar”, y estrés negativo, que es el que “nos impide descansar, nos produce ansiedad, nos puede llegar a bloquear y tiene manifestaciones, incluso físicas, como la falta de sueño, sudoración o taquicardias”.
Consejos para ser más felices
- Afrontar la vida con optimismo. Lo importante siempre es la actitud.
- La comunicación es clave. Comunicar bien los temas importantes.
- Controlar nuestro estrés y dejar de sufrir inútilmente o asumir las consecuencias.
- Ser asertivos, pero no agresivos.
- Ante la adversidad, capacidad de reacción e inteligencia emocional.
- Cuando analicemos un hecho, recordemos que hombres y mujeres somos diferentes.
- Ser creativos. Cuando todo parezca perdido, usar la imaginación.
- Potenciar nuestro sentido del humor.
- Aprender de experiencias difíciles.
- Aprender de los niños, ellos tienen una lógica maravillosa.
Nota.: Esta información proviene en parte del Diario de Navarra.