Esto podría parecer humor del fácil, mierda de la buena, pero no, es una verdad como un templo. Los seres humanos nos comportamos de una forma o de otra según el poder que tengamos. Eso nos lleva a la lógica pregunta: ¿Cuánto poder debemos darle a un hombre para que no se olvide de que sigue siendo un simple hombre?
Los viñetistas han estado preciosos en este dibujo. Aplaudamos a Iñaki y Frenchy por decirnos las verdades.