A los niños de casi todas las edades, el Arte, la pintura y el dibujo sobre todo, les atrapa con facilidad pues representa una manera de comunicación distinta a los gestos y al hablar con sus adultos y niños.
Puede que todavía no sepan escribir según sus edades, pero enseguida pueden empezar a realizar trazos, dibujos, rayas, y colorear y entender de los distintos colores para reforzar las figuras.
Una manera sencilla de practicar son los cuadernos con figuras que ellos mismos tienen que colorear. Pero en esos casos, en muchos casos, el color que ellos eligen ya viene marcado por sus experiencias. Y si se desvían, enseguida los adultos les reprimen.
Si un niño se atreve a pintar un cielo en rojo, enseguida le diremos (queriendo o sin querer) que eso está mal.Si pinta una cara verde o un árbol amarillo empezaremos a pensar que algo no está funcionando bien.
Pero tenemos para jugar con los niños, otro tipo de ejercicios para aprender a dominar los colores. Plantillas en donde todo está permitido.
El niño puede escribir o dibujar, pintar con los colores que a él le venga en gana, pues nada es lo habitual.
Partimos de ejemplos abstractos o surrealismos, en donde más cosas están permitidas, en donde sobre todo, el niño no tiene interiorizado de qué manera colorear, pues las figuras no son reales, no son como él está acostumbrado a verlas.
Y eso les obliga a tener que inventarse de qué color puede pintar los elementos. Diríamos que eso ya lo ve en televisión o vídeos, en donde aparecen personajes de colores diversos, nada reales.
Es la conquista de la imaginación, de la osadía, del atrevimiento a emplear los colores como en cada momento le apetezca.
Julio M. Puente Mateo