Siempre que tengas una gran idea, la vas a tener que explicar. Y siempre tendrás cerca personas que no te creerán, y lo que es peor, te harán preguntas tontas que te descentrarán y te harán dudar.
Tú no eres el más listo. Yo mucho menos que vosotros. Todos tenemos que seguir aprendiendo.
Pero si algún tonto nos hace dudar, el tonto somos nosotros.
Hay que prestar atención a los planteamientos razonados, no a las dudas sin sustancia.
Para que nos hagan dudar deben mostrarnos algo de tanta calidad como lo que hemos mostrado nosotros para explicar nuestra idea.
O debe ser una idea simple de alguien en quien confiemos mucho.
Siempre debemos analizar nuestras ideas a través de los ojos de "otros" pero sus dudas debemos apuntarlas y analizarlas desde la calma, nunca en el momento.
Para asegurarte de que la idea que te hace dudar viene de un tonto o de un listo, pregúntale directamente un par de aclaraciones sobre sus planteamientos críticos. Si sus desarrollos son interesantes, apúntalos y sube su puntuación. Si no sabe o no contesta, si son peores que sus dudas, olvida sus palabras.