No lo dudes, si tienes la cabeza hecha un lío, vacíala, dibuja o escribe tus temores, tus dudas, tus miedos, tus envidias o dolores, y verás cómo mejora tu enfermedad.
Hablar es la mejor terapia, pero si no se puede, al menos escribe o dibuja, que también ayuda y mucho.
Necesitamos vaciar nuestra papelera interior de vez en cuando.