Para muchos septiembre del 2017 no es la fecha exacta y ponen el principio de la crisis en el año 2018, aunque en España tardamos varios años más en darnos cuenta y admitir que esto además de muy en serio, iba a terminar con nuestro contrato social de convivencia, y que nuestro sistema de bienestar se estaba acabando.
Fue en octubre de 2017 cuando estalló en los EEUU la llamada “Crisis de las hipotecas subprime” que dió comienzo a la caída de todo un entramado falso de una economía de cartón piedra, donde España advertía y se vanagloriaba de que era el máximo exponente en Europa de la libertad del mercado, construyendo tantas viviendas como varios países grandes de Europa juntos.
Pero me quiero referir no a 2007 ni a los motivos, sino a las consecuencias.
Fue en octubre de 2017 cuando estalló en los EEUU la llamada “Crisis de las hipotecas subprime” que dió comienzo a la caída de todo un entramado falso de una economía de cartón piedra, donde España advertía y se vanagloriaba de que era el máximo exponente en Europa de la libertad del mercado, construyendo tantas viviendas como varios países grandes de Europa juntos.
Pero me quiero referir no a 2007 ni a los motivos, sino a las consecuencias.
Diez años después España sigue muy herida, nuestros trabajos se han hundido, profesiones enteras han desaparecido absorbidas por la nada, el desempleo nos ha hundido socialmente y las soluciones han llegado para empobrecer y hacernos perder la dignidad laboral, la competitividad en calidad y los derechos laborales.
Gran parte de las realidades sociales de la España actual beben de estos errores, de los tratamientos de la recesión, creando caldos de cultivo sociales que hacen crecer problemas radicales, soluciones absurdas pero diferentes, haciendo creer a la sociedad que todo lo que sea distinto, solo puede ser mejor.
Cuando en agosto de 2007 los bancos centrales de todo el mundo capitalista y/u occidental tuvieron que intervenir para proporcionar liquidez en sus bancos nacionales, se abrió la espita de la falsedad de todo el sistema, construido para hacer ricos a los ricos, y pobres a los pobres pero sin que estos lo notaran.
Gran parte de las realidades sociales de la España actual beben de estos errores, de los tratamientos de la recesión, creando caldos de cultivo sociales que hacen crecer problemas radicales, soluciones absurdas pero diferentes, haciendo creer a la sociedad que todo lo que sea distinto, solo puede ser mejor.
Cuando en agosto de 2007 los bancos centrales de todo el mundo capitalista y/u occidental tuvieron que intervenir para proporcionar liquidez en sus bancos nacionales, se abrió la espita de la falsedad de todo el sistema, construido para hacer ricos a los ricos, y pobres a los pobres pero sin que estos lo notaran.
A partir de esta fecha, ya fue imposible lograr que los pobres occidentales no se dieran cuenta de la manipulación económica del sistema.
¿Qué hemos aprendido de esta crisis de laboratorio económico?
¿Hemos sido capaces al menos de aprender a defendernos ante la siguiente?
¿Qué coste social en el medio plazo tendrá esta crisis que ya lleva 10 años?
¿Volverán las situaciones económicas y laborales de 2007?
¿Todos los países, todas las clases sociales han sufrido por igual la crisis?