Come menos y mejor, pero hazlo de forma regular con 5 comidas al día.
Toma alimentos naturales, ricos en fibra (legumbre, fruta, verduras…) y nada de procesados pues no sabes bien qué contienen.
Restringe el consumo de azúcar refinada y de pasta.
Si un día quieres consumir un alimento rico en hidratos de carbono, acompáñalo de alimentos ricos en fibra, proteínas o grasa. De esta forma reducimos la velocidad de absorción del azúcar y evitamos aumentos básicos de glucosa.
Toma la medicación que te han recetado todos los días el médico de familia, y nunca tomes más o menos cantidad.
Si tienes diabetes Tipo 2, es interesante que te hagas un pequeño análisis de Glucosa en tu casa una vez al mes. Y un control médico cada seis meses para analizar la hemoglobina glicosilada.