Si el dueño de un negocio, si un deportista, un estudiante o un trabajador no están motivado, nadie logrará de él unos resultados básicos. La acción primera de quien gestiona personas o decisiones o trabajos… es la de lograr que estén motivados los que intervienen en estas labores.
Hay que inspirar, motivar, lograr que cada uno saquemos lo mejor de nosotros mismos —que es mucho más de lo que creemos— con ilusión y ganas de lograr los objetivos propuestos, intentando que la excelencia de nuestros pensamientos logren también la excelencia de nuestros trabajos.
Da igual el momento, la edad, la situación, el problema que nos inunde la vida. Todos somos capaces de lograr mucho más de lo que nos creemos, y depende sobre todo de cada uno de nosotros, pero también de que sepan motivarnos, nos ayuden a creer en nosotros mismos.
Somos capaces de superarnos a nosotros mismos a poco que vayamos aprendiendo técnicas de liderazgo personal, de defensa ante los problemas, de relacionarnos mejor con las personas, de dominar nuestros instintos viscerales.
Ser dueño de nuestras decisiones y pensamientos también se puede aprender.
Hoy en internet hay muchos lugares de autoayuda. Quédate con el que consideres que se acerca más a tus gustos y necesidades.
Puedes comprar muchos libros de autoayuda, pero elije a un autor o dos, los que te gusten; y no caigas en modas.
Incluso los autores clásicos, los griegos por poner un ejemplo pero también algunos en la Edad Media, sirven para darnos consejos.
Incluso la Biblia (aunque no seas religioso) está llena de buenos consejos, los libros clásicos de los griegos son también un excelente ejercicio de autoayuda.
No hay fórmulas mágicas, hay consejos que te/nos pueden ayudar si tú mismo quieres y puedes ponerlos en práctica.
No hay amuletos, vírgenes, milagros que sirvan para ser mejor.
Recuerda siempre, que tú y solo tú, eres el único capaz de lograr éxito en tu propia vida.