Es verdad que el castellano es un idioma complejo para estar libre de errores, yo mismo los cometo y escribo bastante. Pero hay errores y errores, algunos tremendamente imperdonables. Los acentos pueden pasar según el puesto al que se opta sobre todo entre palabras que a veces se acentúan y otras no. Pero equivocarse en B o V, en H, en G o J resulta bastante determinante.
Los correctores ortográficos de los ordenadores han resuelto en parte el problema, y por eso en algunas entrevistas se solicita al candidato alguna muestra de escritura que parece colarse por casualidad. Sin duda depende del tipo de trabajo al que se opta, pero no descartes que en un momento dado y con la excusa de que desean ver tu tipo de letra pues tendrás que redactar informes o notas, se cuele una prueba de escritura.
Que no busca en la mayoría de los casos un análisis grafológico, sino simplemente una muestra del tipo de letra y de la capacidad para redactar un texto. Eso sí, sin faltas de ortografía.