18.2.21

¿Cómo superar la muerte de un animal de compañía?

La muerte (digámoslo claro desde el principio) de un animal de compañía con el que has convivido 12, 15 o 17 años es siempre un drama para la familia. Esto a veces no lo entienden los que nunca han tenido la enorme suerte de tener a un amigo fiel durante más de una década, durante más de 15 años contigo, entregándote todo. Pero eso a nosotros, lo que sí hemos tenido esa suerte, no nos tiene que afectar lo más mínimo. Ellos no lo entienden, porque no lo han disfrutado ni están pasando por nuestro trance.

Tras tantos años juntos, tras tantas horas viviendo juntos muy intensamente, la muerte de un animal de compañía, sobre todo si es perro que todavía se entregan más a la familia, es una enfermedad, un duelo que hay que superar lo antes posible. Pero que hay que pasarlo, vivirlo, sufrirlo, interiorizarlo y convivir con él durante meses al menos. No hay fórmulas mágicas, seremos nosotros mismos los que podremos ser capaces de superar esta pérdida.

Nunca es recomendable adquirir un animal similar en los días de duelo, nunca vas a poder recambiar una personalidad por otra. los animales tienen personalidad algo que tampoco muchos entienden, y al igual que no se puede cambiar de pareja en los días de la ruptura sea del tipo que sea, tampoco se puede hacer lo mismo con un animal de compañía.

El tiempo, cuando se haya superado el duelo, nos dirá si es correcto o no tener otro animal de compañía, distinto, de otro tipo, del mismo, igual al que teníamos, depende de cada uno de nosotros. Aunque nunca y eso hay que tenerlo muy claro, se puede sustituir uno por el otro. Simplemente es imposible.

Aunque sea duro ver sus cosas, sus imágenes, recordarlo, acordarse de él cuando estés en situaciones que compartías con "tu amigo" hay que hacerlo y hay que soportarlo y superarlo. Formó parte de tu vida, y no se puede dar un portazo a esos años tan maravillosos.

Llorar es de humanos, de animales también, de seres vivos.  Si tenemos que llorar lloraremos, y no sucede nada. Y hablaremos con otros amigos y familiares de lo que nos sucede. Y lo explicaremos a quien nos intente comprender. No es fácil, nunca es fácil superar un fallecimiento de alguien querido. Siempre hay que superarlo con duelo, viviendo el dolor. Y alguien que ha estado con nosotros 15 años nos ha dejado tanto en nuestras vidas que es lógico que tengamos dolor y duelo.