Existen muchos modelos económicos que tratan de descifrar qué es lo que crea que exista una tasa de paro más o menos estable. Claro que en estos momentos parece difícil pensar en términos de estabilidad, así que también podemos pensar en ello como las diferencias claras que existen entre los países en cuanto a su nivel “aceptable” de paro.
En concreto, voy a hablar del trabajo de Layard, Nickell y Jackman, que en el 91 publicaron “Unemployment. Macroeconomic Performance and the labour market”.
No es que sea una teoría muy elaborada matemáticamente (como si podría serlo el de la curva Beveridge, que se llevó el premio Nobel el año pasado).
En este caso, los autores explican la presencia de desempleo como un desequilibrio, un efecto de no estar en pleno equilibrio económico, por la forma en la que se forman los precios y los salarios.
Digamos que el desempleo surge como freno a la espiral precios-salario, es decir, como consecuencia de una dinámica que no es estable a largo plazo, y que tiene que ver con la inflación.
¿Cómo es la teoría?
En primer lugar, ¿Cómo ponen las empresas el precio?
El precio tiene lo que se llama un mark-up, es decir, que el precio siempre está por encima de la productividad del trabajador (su salario), es decir, partimos
de que las empresas aplican una tasa de beneficio (lo que también puede llamarse plusvalía, como vemos, no le faltan nombres). Este mark-up es la diferencia entre lo que se cobra por la producción (precio) y lo que se paga por el trabajo realizado (salario esperado), y depende de las condiciones económicas del mercado. SI hay mucho paro, y sobre todo, si estamos en un ciclo depresivo donde el paro baja, el mark up tenderá a bajar. Además, depende de una serie de cuestiones estructurales como pueden ser el poder de mercado, la fuerza negociadora… todo ello afectando positivamente a este sobre precio.¿Cómo se fijan los salarios?
De igual forma, los salarios se fijan como un mar-up de los precios esperados, es decir, intentamos no perder poder adquisitivo, y por tanto intentamos aumentar nuestro salario real (es decir, lo que podemos comprar con nuestros precios). Esto depende de igual forma de las condiciones de la economía. Cuanto más paro menos poder de negociación, en situaciones depresivas tampoco podemos exigir salarios altos, y además dependen del poder sindical, el salario de reserva, (salario que se recibe estando en el paro), salario mínimo, en otras palabras, protección del trabajador (de forma positiva claro).
Si hacemos cuentas en base al modelo llegamos (a largo plazo) a esto:
El primer sumando podríamos decir que surge por el marco del modelo, al suponer que, de por si, existen tasas de paro positivas que surgen del mero hecho de que existe gente que cambia de empleo, o que es despedida por otras razones no económicas, sino personales.
Lo importante es el segundo sumatorio. ¿Qué nos dice? Qué las fuerzas estructurales que apoyan los mark-up son las que generan este desempleo estructural.
Pero... ¿qué era lo que estaba dentro de estas fuerzas estructurales?
Esto es en lo que se basan cientos de economistas para decir que la protección del trabajador genera más paro, y que liberalizando el empleo bajaría. Digamos que ellos dicen que si quitamos el término Zw, haciendo más pequeño el salario mínimo, cambiano el sistema por el que se cobra el paro, etc, bajaría el paro.
Pero claro, aquí falta un detalle. Lo que están diciendo no es rebajar los efectos estructurales que motivan los mark-up, sino rebajar solo aquellos que generan los trabajadores, (bajar nuestro poder de negociación).
Lo que nadie dice es que hay otro factor que afecta al paro, Zp (¡está ahí, en la formula!). El que las empresas tengan poder de mercado, el que tengan un mayor poder de negociación, es otro de los factores que afectan a que haya paro. Pero nadie dice ni nadie habla de este otro factor.
El problema es que todos los que se basan en la economía más técnica se callan como putas todo aquellos de lo que no quieren hablar.
Si queremos bajar nuestra tasa de paro hay que liberalizar cierto aspectos de nuestra economía, pero de forma ambivalente. Ni todo de una parte, ni nada de ninguna. Hay que luchar más contra el poder de mercado (recibimos reprimendas de Europa en materia de telecomunicaciones anualmente, por ejemplo).
Conclusión
Las fuerzas de negociación y protecciones económica de los diferentes agentes económicos son los que determinan que no se llegue al equilibrio puro, y que por tanto se genere cierto paro natural. Estas fuerzas las determinan tanto los trabajadores como las empresas, aunque nunca se habla de estos últimos como los causantes de estas ineficiencias.
Por último, claramente existe un trade-off (hay que elegir), entre paro y protección laboral. Si tomamos al paro como una probabilidad de estar desempleado, económicamente puede ser preferible tener un poco más de paro con cierta protección a no tener casi paro y no tener nada de protección. Siempre y cuando el paro no sea muy abultado, en general sería preferible un poco de ambas.