Se ha hablado de la depresión como un proceso, una enfermedad, un problema de salud mental, se habla sobre cómo tratarla, de ayudar a quien la padece… pero es algo más.
Hoy veremos que la depresión es una espiral.
Por lo general comienza con un estado de tristeza, causado por problemas que se van acrecentando, situaciones que tratamos de solucionar.
Pero a veces la solución no es tan sencilla como parece, y pasamos el tiempo dando vueltas a una idea, es una constante, que nos hace entrar en estados de preocupación , ansiedad, tristeza…
El simple hecho de estar preocupado/a, nos hace descansar mal, y esto nos causa problemas físicos como dolores de corporales, debilidad, y a nivel anímico nos sentimos más frustrados, culpables, incapaces de resolver algo que a simple vista, o que a ojos de los demás parece sencillo.
Encontrarse en un estado como el que describo hace que nos aislemos de todo, y de todos; de la familia, de amistades, que no queramos hacer ni lo más habitual.
Nos abandonamos, nos sentimos atrapados en ese problema, en ese miedo, que no le encontramos solución, y lo único que nos apetece es tener ratos de soledad.
Pero la espiral de la depresión —esa que nos tiene enredados como si de una hiedra se tratara— puede invertirse, podemos poco a poco y con la ayuda adecuada…: salir de ahí.
Sí. Un buen profesional de la salud mental, o nuestro médico de atención primaria nos dirá como reconducir una depresión, como estar mejor.
No podemos pretender salir de ahí en una semana. Esto lleva algo más de tiempo.
Se comienza con pequeños avances. (levantarse de la cama o cuidar la imagen personal…), eso que la mayoría de la gente hace de forma normal pero puede costar a veces un mundo si no estás con fuerzas.
Con cada pequeño avance hay que ver el lado positivo, sentirse satisfecha/o de aquello que antes no eras capaz de hacer y ahora haces, si tú y quien te rodea valoráis ese esfuerzo, aumentará tu energía, tus ganas de seguir adelante.
Estarás con más motivación, y eso te ayudará a descansar a estar más tranquilo/a, y llegará un día en que aquello que te parecía imposible, lo estás consiguiendo, porque eres capaz, sí, son ayuda y apoyo y mucha, mucha fuerza de voluntad, eres capaz, somos capaces de todo lo que nos proponemos.
Pero la espiral de la depresión —esa que nos tiene enredados como si de una hiedra se tratara— puede invertirse, podemos poco a poco y con la ayuda adecuada…: salir de ahí.
Sí. Un buen profesional de la salud mental, o nuestro médico de atención primaria nos dirá como reconducir una depresión, como estar mejor.
No podemos pretender salir de ahí en una semana. Esto lleva algo más de tiempo.
Se comienza con pequeños avances. (levantarse de la cama o cuidar la imagen personal…), eso que la mayoría de la gente hace de forma normal pero puede costar a veces un mundo si no estás con fuerzas.
Con cada pequeño avance hay que ver el lado positivo, sentirse satisfecha/o de aquello que antes no eras capaz de hacer y ahora haces, si tú y quien te rodea valoráis ese esfuerzo, aumentará tu energía, tus ganas de seguir adelante.
Estarás con más motivación, y eso te ayudará a descansar a estar más tranquilo/a, y llegará un día en que aquello que te parecía imposible, lo estás consiguiendo, porque eres capaz, sí, son ayuda y apoyo y mucha, mucha fuerza de voluntad, eres capaz, somos capaces de todo lo que nos proponemos.