El Síndrome de Asperger es un trastorno severo caracterizado porque el paciente manifiesta intereses limitados o una preocupación inusual y obsesiva con un objeto o un tema en concreto, llegando a excluir de su vida diaria otras actividades y temas de conversación que a todos los demás nos parecen comunes.
Las personas con Síndrome de Asperger tienen una limitaciones de comunicación emocional importantes, a veces una torpeza física, pocos intereses vitales, mucha sensibilidad ante lo que le rodea sean sonidos, sabores, colores, luces, etc. y dificultad en crear amistades permanentes de su misma edad.
Pero no todas las personas y sobre todo niños, que tienen algunos de estos síntomas padecen este trastorno. Y en caso de padecerlo, hay muy diversos grados del Síndrome de Asperger, que solo un profesional médico sabrá valorar.
Quienes lo padecen suelen tener una inteligencia normal o ligeramente por encima de la media, pero muestran rutinas o rituales repetitivos, y una tendencia a hablar de manera formal o monótona y a interpretar figuras retóricas e ironías de manera literal. A veces su lenguaje corporal es inexistente.
También exhiben un comportamiento social y emocionalmente inadecuado y se muestran incapaces de interactuar con éxito ante otras personas. La torpeza física y la ausencia de empatía hacia los demás son otros rasgos característicos de la enfermedad, que se suele diagnosticar en edad escolar.
Este trastorno es más frecuente en varones y se clasifica como trastorno del espectro autista. Ante cualquier duda en el niño, siempre lo primero consultar y comentar con su médico de familia, quien valorará la situación y le ayudará a entender la normalidad o no de los iniciales problemas o diferencias en las respuestas sociales de sus hijos.