Dice un Proverbio chino que: "No podemos evitar que los pájaros de la tristeza y la preocupación, sobrevuelen por nuestras cabezas. Pero sí podemos evitar que aniden en nuestro cabello, dentro de nuestra cabeza".
Es algo muy sencillo de comprender, todos vamos a tener tristezas constantes y momentos de preocupación en nuestros tiempos; no se trata de evitarlos, pues es imposible, se trata de evitar que se asienten dentro de nosotros, que se vayan apoderando de nuestros pensamientos, que empiecen a ser más fuertes que nosotros.
Y para eso lo fundamental es saber y aprender a defendernos desde el inicio. Si dejamos que el negativismo o la tristeza y preocupación nos vaya dominando, el tiempo juega en nuestra contra.
Un ejercicio sencillo, fácil, eficaz incluso —que eso ya es la leche— es simplemente escribir en un papel esa tristeza, esa preocupación. Es realmente verbalizar el problema, acotarlo, diseñarlo mientras lo sacas de tu interior, para verlo de forma externa.
Revisa ese apunte que hiciste, dale la vuelta, añádele algunos matices, borra los que te parecen absurdos o fáciles de vencer, revísale dentro de 24 horas. Estoy seguro que algo te habrá cambiado en su análisis o en la reflexión, sobre todo si te vas a dejar vencer o le vas a plantar cara.