Antes de entrar en este Nuevo Año, antes de levantarte cada día, intenta visualizar qué problemas llevas encima, qué te está preocupando en estos momentos.
No es malo visualizar los problemas por tí mismo, para evitar que sean ellos los que se quieran visualizar cuando les parezca bien, que a veces es el menos oportuno de los momentos.
Controla tú el momento, y que no que sean ellos. Aunque efectivamente, los dos "yo" somos en realidad la misma persona.
Cuando hayas visualizado los problema que llevas encima, intenta ordenarlos, que no se apoderen de tí, que tu mismo veas tu capacidad de controlarlos y entenderlos, resolverlos o mejorarlos.
Sabemos que esos problemas serán distintos dentro de un mes, sabemos que es cuestión de tiempo aunque no sabemos de cuanto tiempo.
Y precisamente de lo que podamos hacer en ese tiempo de espera hasta la solución, depende el tipo de heridas que nos va dejando el problema.