Los países y las sociedades saben que es la productividad interna la que las mueve hacia avanzar o en cambio a retroceder. La productividad de las personas es la fuerza más importante y posiblemente única que crea la riqueza, el poder y el nivel de vida de las personas y de los países.
Da igual que hablamos de hace 2.000 años o de lo que sucederá dentro de 500 años. Esto se mantiene fijo. Cambia el modo de producir, de intercambiar producción y motivación, de saber de qué manera hay que formar y enseñar.
Otra cosa bien diferente es cómo se reparte esa riqueza, ese poder, e incluso esa capacidad de ser más productivos a fuerza de más y mejor formación o educación.
Es muy sencillo de entender, pero es muy complicado de lograr, sobre todo por los intentos de una mala gestión en los repartos. Siempre la crisis débil que rompe el proceso es el mismo.
Hay en las sociedades diferentes decisiones —no muy bien explicadas— que nos llevan a ser más productivos como sociedad, estar más y mejor motivados, creer que la productividad como sociedad es muy interesante incluso a nivel individual. Y la Formación tiene un papel insustituible.
Lo fundamental es creer en lo que haces, y en el beneficio que obtienes si de forma indirecta lo recibes por el crecimiento de tu propio país. Esto es tremendamente difícil pues nadie cree en los últimos años en lo que no sea tangible.
Para lograr esos objetivos es necesaria una calidad alta en la educación desde niños, hay que aumentar los niveles de innovación productiva y social sabiendo que la una sin la otra funciona mal en el resultado final, hay que ampliar la ética y la relación correcta en el mundo laboral, hay que controlar bien el funcionamiento comercial y económico tanto interior como exterior, y deben funcionar bien las políticas públicas.
Sabemos perfectamente que es lo que lleva al fracaso a los países, y que se basa principalmente en tres ítem claramente equivocados. Están perfectamente identificados.
1/ Política económicas equivocadas que nos lleven a endeudamientos muy complicados de controlar y dominar con amortización en el largo plazo.
2/ Sistemas desordenados de funcionamientos social del propio país, de la sociedad que viven dentro de las fronteras, con peleas, división, conflictos, desigualdades. No es necesaria una guerra para que los resultados sean negativos.
3/ Ciclos claros de desórdenes exteriores cercanos, que nos afecten de forma bélica, comercial o económica, por tensión social o acompañados de fuertes endeudamientos para controlas las tensiones exteriores.