Posiblemente no lo sepas, pero darle mil vuelta a un problema grave es uno de los principales motivos que terminan en depresión o ansiedad. Daría igual si es algo grave o leve, darle muchas vuelta a algo nos indica que para ti eso sí es importante y con eso ya tenemos el síntoma y el problema.Y hay que salir de ese laberinto por nuestra salud física y mental.
Efectivamente, realmente el problema mayor no es aquello a lo que estás dado vueltas sin solución. El problema grave y que nos puede llevar a un problema de salud es: “que le estés dando tantas vueltas a algo que no encuentras salida”.
En estos casos hay que pedir ayuda.
Un amigo nos puede escuchar y darnos algo de luz al respecto, y si no fuera posible, hay que recurrir a un profesional del asunto o de la psicología conductual. No temas en contarle el problema a quien elijas, ni que él nos diga que no tiene importancia. Si confías en él, si tiene empatía para ponerse en el problema y para analizarlo, lo verá desde otra óptica que tú y lo replanteará.
Todo lo que pasa por nuestra cabeza es real. Es auténtico para nosotros. Y eso es lo que importa. Ahora lo que hay que hacer no es banalizarlo sino darle una solución, analizando todo. La solución puede ser muy sencilla o no. Pero necesitamos a alguien que nos la coloque en otro plano, mirando el asunto desde otra óptica. A veces es así de sencillo, pero si no lo fuera, hay que romper con la impotencia ante un problema que no parece tener solución
Todo lo que pasa por nuestra cabeza es real. Es auténtico para nosotros. Y eso es lo que importa. Ahora lo que hay que hacer no es banalizarlo sino darle una solución, analizando todo. La solución puede ser muy sencilla o no. Pero necesitamos a alguien que nos la coloque en otro plano, mirando el asunto desde otra óptica. A veces es así de sencillo, pero si no lo fuera, hay que romper con la impotencia ante un problema que no parece tener solución