Ser disidente está poco valorado pues curiosamente los disidentes siempre son pocos o muy minoritarios. Incluso los disidentes hacen peligrar la paz del grupo de los borregos. El ejemplo de Quino con su viñeta es claro. Por encima del rebaño siempre está el pastor con sus perros.
"¿Por qué diablos caminamos como carneros sin saber siquiera a dónde vamos?"
Pero el pastor con sus perros sí sabía a dónde iban.