Necesitamos conversar mucho más, sin duda, pero además necesitamos volver a las conversaciones básicas y sencillas con unas técnicas muy simples que se practicaban desde siempre. Conversar de lo humano o lo divino sin imponer, simplemente para hablar y escuchar.
Llevábamos siglos conversando de verdad, oralmente, mirándonos a la cara, en la calle, sentados sin prisa en unas sillas o en el campo. Incluso de pie en la barra de un local inventado para conversar. pero ahora se nos ha olvidado.
La conversación es fundamental para la salud mental.
Nos expresamos oralmente y de esa manera cobramos autoestima y motivación. Y a su vez escuchamos y de esa manera aprendemos.
Sí, cuando nuestro interlocutor habla de su cuñado también aprendemos aunque no lo creamos. Sus problemas son comunes, sus opiniones y decisiones son comunes. Puede que ese problema del cuñado sea muy similar al que nosotros tenemos con un compañero de trabajo, con un vecino o con nuestra pareja.
Conversar es invertir el tiempo de vida en relacionarnos.
Necesitamos seguir siendo animales de compañía, gregarios comunales que compartimos, y sobre todo que lo hacemos con quien conocemos. Con las máquinas es imposible conversar aunque nos sigan lo contrario.
Esto que tú hacer aquí, leyendo mis líneas NO ES CONVERSAR, es simplemente leer y si acaso recapacitar un poco. Pero no me ves. no te veo, es complicado interactuar, y sobre todo la posible conversación que podríamos tener entre estos aparatos nunca podría disponer del idioma no verbal, de las posturas, las miradas, los gestos, las sonrisas. Y sin eso no es posible una conversación entre humanos.
Conversar unas horas, cura. Es increíble, pero además de crear lazos, incluso aunque no se piense lo mismo, es que es muy beneficioso para nuestra mente, para nuestros problemas, para la salud mental.
Pero conversar tiene una reglas que queremos olvidar. Y llevan muchos siglos entre nosotros. Calma y tiempo. Hablar y escuchar a partes iguales. Mirar a la cara y estar atentos los unos de los otros. No hacer otra tarea que conversar o si acaso tomar unas bebidas mientras se habla de cualquier cosa.
Lo de menos es de qué se está hablando. Lo de más es simplemente hablar, tocarnos con las palabras.
Y sobre todo recordar, que se puede hablar entre hombres, entre mujeres y mixto.