Nos conformamos con muy poco. Una atención de alguien querido es suficiente para curarnos las heridas que más duelen, las interiores. Ilusionarse otra vez con la vida depende de muy poca cantidad de atención, si viene de quien la esperamos. Así que si somos nosotros los que podemos ir regalando amores y atención, capacidad de escucha simplemente, no lo dudemos, regalemos eso, pues algún día la podemos necesitar nosotros.
Gracias a Jase por su viñeta maravillosa.