La cantidad más saludable de consumo de alcohol debería ser cero. Pero los hepatólogos —especialistas del hígado— creen que es una recomendación poco realista para la mayoría de la población, que ha tomado el alcohol como un producto social de consumo que creemos moderado y no siempre es así.
En el Congreso Internacional del Hígado celebrado en Londres en junio de 2022, y que reunió a algunos de los mayores expertos del mundo en la materia, lanzaron un mensaje para cuidar este órgano esencial hacia las personas que no están dispuestas a renunciar por completo a las bebidas alcohólicas: al menos hay que estar tres días seguidos a la semana sin probar el alcohol.
Y una advertencia: no es una indicación que por sí sola funcione para limpiar el hígado. Tiene que venir acompañada de moderación alcohólica en el resto de los días y buena alimentación todos los días. El alcohol además tiene muchas calorías y es muy mala para guardar una dieta inteligente.
Europa padece la mayor tasa de consumo de alcohol del mundo y más de la mitad de las enfermedades hepáticas terminales tienen que ver con la bebida descontrolada del alcohol, sobre todo en bebidas de alta graduación, pero no solo por ellas.
Las enfermedades del hígado tienen una característica que las diferencia de otras: se ceban con personas jóvenes y de mediana edad, especialmente entre la población socialmente más vulnerable, y aumenta de forma muy preocupante su índice entre las mujeres. “Contrasta con las enfermedades causadas por el tabaco y la obesidad, como el cáncer de pulmón y la diabetes tipo 2, que causan fallecimientos típicamente entre sexagenarios y septuagenarios”, dice el documento final.
Aleksander Krag, vicesecretario general de EASL, pide una decidida reducción en el consumo de alcohol, en su promoción y un alza en sus precios.
“No es que le digamos a la gente que no puede beber nada; pero debe conocer unas muy buenas reglas para cuidar su salud: mantener tres días sin beber cada semana, nunca consumir más de cinco unidades de alcohol de una vez y no más de 10 a la semana —una unidad no se corresponde exactamente a una bebida: una copa de vino llena equivale a entre 2 y 3 unidades; una cerveza de 333 mililitros (una lata), son 1,5; un chupito de una bebida de alta graduación, entre 1 y 2 unidades—”, explica Krag.