Las pulseras antimaltrato es un invento que debería ser obligatorio para todos los casos de alejamiento dictada por jueces. pero no es así. hay diversos mecanismos de un invento español, madrileño, donde un Centro de Control analiza las alarmas que se puedan recibir si el maltratador se acerca a su víctima a una distancia programada.
Pero todavía no llegan a 3.000 pulseras las que de forma obligatoria tienen que llevar tanto el maltratador como su víctima para que se de aviso a la policía de forma automática si nos e cumplen las distancias, a veces de forma no intencionada. Se han usado en estos 10 años años en 12.000 casos, y no ha existido ni un solo ataque o asesinato en estos años.
No es un invento perfecto, pero se está mejorando constantemente y ya se está empezando a utilizar en Francia. Desarrollado por la Universidad Complutense de Madrid utiliza un sistema de radar que a veces pierde cobertura en zonas rurales o de campo abierto, lo que crea alarmas no necesarias.
Todas las alertas quedan reflejadas en el Centro Cometa de la policía y en el Juzgado que ha llevado el caso, por si fuera necesario consultar sus incidencias. Lo gestiona Telefónica a través de un contrata, y para casos graves en los que la distancia entre implicados es alta, funciona muy bien, pues rebaja mucho la angustia de las víctimas, al poder vivir mucho más tranquilas en sus ciudades.
Una vez instalados los dispositivos, los avisos que genera el sistema son de dos tipos: alarma y alerta, graduados de mayor a menor riesgo. Y el aparato que lleva la víctima además de poderse comunicar lleva un botón de pánico por si fuera necesario utilizar. Es el juzgado el que dictamina distancias y espacios personales en donde se producirán los diferentes grados de alarma. Siempre con comunicación si se producen las alarmas, a la policía correspondiente.