Si tienes una gran idea y eres de los que suelen analizar
ideas ajenas e intuir si van a funcionar o no, cuando analices la tuya mira
solo los pros de la misma.
Como te pongas a mirar los contras te paralizarás y
no serás capaz de decidir. Ser analítico es muy bueno, pero serlo en exceso
paraliza las posibilidades de poner en funcionamiento las ideas propias. Arriesgarse a veces es tan simple como no
querer seguir analizando una idea propia y dejarte llevar por el impulso
primero.