La periodista Mara Torres es entrevistada en La Vanguardia en un encuentro con el periodista Víctor M Amela, en donde hablan del suicidio y que no debe perderse, por lo que representa el texto de sentido común y de sentido real y personal de un tema sangrante que deberíamos conocer mucho mejor. Os dejo algunos detalles de las preguntas y respuestas, seleccionadas para hacerlo más corto.
La que le hice a la actriz Verónica Forqué, persona llena de luz y ternura, cariñosa siempre. Pero aquella noche recuerdo que pensé: “No es ella, ¡no es ella!”.
¿Había ya ido Forqué a MasterChef ?
Estaba a punto. Y ya intuí alguna afectación en su salud mental, una patología... Y se suicidó. Yo era sensible a eso: mi hermana se había suicidado... Pero hoy sé mucho más de lo que sabía entonces.
¿Qué sabe? ¿Cómo lo ha sabido?
Mi hermana, Aly, dejó escrito un diario. Se suicidó en el 2013, con 33 años. Me costó mucho leerlo. Ahora lo publico.
¿Por qué ha decidido publicarlo?
Porque mi hermana despliega en ese diario muchas pistas sobre qué siente y sucede a una chica que acabará suicidándose.
¿Y esas pistas podrían ayudar a las personas que lo lean?
¡Estoy segura! Alguna lectora ya me lo está agradeciendo. Me impactó que Aly dejase anotado, al principio de su diario: “Aquí irá un prólogo de Mara”...
Pues la primera parte de este libro, obra de usted, de algún modo es prólogo.
Tiene razón. En la primera mitad del libro, mía, cuento mi relación con Aly. En la segunda parte transcribo su diario.
¿Qué ha aprendido usted que todos debiéramos saber?
Que del suicidio hay que hablar, en familia, en la sociedad y en los medios de comunicación... De sus indicios, sus pistas...
Hablar del suicidio... ¿no lo alienta?
¡Falso mito! Hablar más es prevenirlo mejor, protegernos. ¡Hay 4.000 suicidios al año en España! Eso sí: no hay que detallar el “cómo”, el método del suicida. Por eso yo no contaré aquí cómo Aly se suicidó. Pero hablemos, sí, para que no venza el silencio, la incomunicación, el estigma... Mis padres y yo hemos dicho la verdad desde el minuto uno: Aly se suicidó. Porque compartir esta verdad es empezar a ayudarnos... y de paso a ayudar a otros.
Comparta aquí algunas de esas pistas.
Noches enteras llorando sin dormir... Sentirte un patito raro entre los otros... Sentirse falta de un diagnóstico... Sentirte incapaz de controlar tus impulsos... Conductas obsesivas: enviar mensajes y mensajes... Son rasgos experimentados por Aly, y los cuenta así en su diario.
¿Qué debería haber hecho Aly?
Buscar ayuda... pero, ¡ojo!, buscarla entre personas que sabes que te quieren, ¡no entre personas que quieres que te quieran!