Siempre tiene uno la duda de cual es el motivo real de que nos interesa tan poco todo lo referente a nuestra cultura… con o sin S. Nos han convencido de que es aburrida, de que nuestra repuesta tiene que ser la inmediatez y el poco esfuerzo, y que todo nos lo tienen que dar masticado. ¡Uff!
La Cultura y sobre todo las Culturas con las cáscaras de nuestro huevo vital. Sin ese enorme capazo lleno de muy diversas actividades asentadas en nuestras historias, y que son las que nos ha traído hasta aquí, a las que no queremos reconocer como Culturas…, no seríamos lo que somos.
Nada de lo que tenemos hoy estaría si antes no lo hubieran comenzado otras personas. Y sobre todo si no nos lo hubieran facilitado.
Podemos abstraernos de todo eso, vivir ya no el día a día, sino el instante al instante, sin preguntarnos nada, sin querer saber nada, sin —incluso— reflexionar sobre qué podemos aportar nosotros para que todo continue mejor.
Absorbemos o consumimos los que nos entregan sin preguntarnos y sin preguntar.
Nos gusta lo Gratis sin darnos cuenta de que nada es gratis, todo tiene un precio aunque creamos que no lo estamos pagando en el momento de consumir.
El dinero ya no existe, hace mucho que no existe.
Utilizamos algo que llamamos entre todos "dinero" pero que nadie sabe realmente qué valor tiene. Lo estamos viendo ahora con las subidas de precios descontroladas en la alimentación. Pero si habláramos con un argentino o un venezolano se reiría de nosotros.
Son números apuntados en un papel, y que se cambian de valor sin que sepamos los motivos ni podamos intervenir. Y curiosamente, siempre se mueven hacia abajo.
Confundimos la Cultura con tener la obligación de escuchar Ópera o tener que ir a una conferencia silenciosa sobre el mercado de las flores violetas. ¿Y?
En los años 70 del siglo XX se llenaba la Catedral de Zaragoza de jóvenes sentados en el suelo, llenando La Seo en silencio, para escuchar música clásica tocada en el órgano de la Catedral. Hoy esto suena a locos. ¿Dos horas metidos a escuchar Clásica en una iglesia y además siendo muy jóvenes? ¿Estamos locos?
En los Colegios Mayores se hacían obras de teatro muy dignas por Compañías amateur que por poco dinero de entrada presentaban Teatro Experimental en donde muchas veces los espectadores éramos los protagonistas. Hace de esto… sí, 50 años. Toda una vida. ¡Uff!
Hoy nos han convencido que la Cultura y las Culturas son estar mirando pasivamente una pantallita de cristal, donde todo se ve pequeñito aunque todavía no tengas presbicia.
Allí van sucediendo "cosas" a una velocidad de segundos cada historia, imposible de retener, pero con una tremenda capacidad de republicar y seguir repartiendo. ¿Y el sabor de lo que consumimos en dónde lo dejamos?
Podemos seguir así, es muy cómodo. Es lo que pretenden muchos. No requiere hacer nada, simplemente dejarnos llevar. Nos lo dan todo hecho. Incluso la pobreza de espíritu y la de los números en el papel.
Ajovín