27.10.18

¿Hacia donde van los trabajos, las ofertas y demandas?

Sabemos que ya no hay trabajo de 40 horas a la semana para todas las personas del Primer Mundo que aspiran trabajar en algo cómodo y de alta formación, pero la solución de futuro se nos interesa muy complicada. No es posible de momento compaginar sueldos de nivel suficiente con arreglo al trabajo y la formación y que sean puestos basados en 20 horas de trabajo a la semana que son ya los realmente productivos que es capaz de ofrecer el mercado y que de momento disimulamos para hacerlas crecer hasta las 40 horas semanales.

Como no es deseable una diferencia de horarios semanales de los puestos de trabajo que vayan en aumento, penalizando ciertos trabajos que cada vez menos gente quiere hacer (pero ya saturados de demanda) hacia las 60 horas a la semana y en aumento, hay que buscar soluciones que hoy parecen complicadas. Si hay muy pocas personas que desean ser pintores de pared..., o les pagamos mucho para que crezca el número de personas dispuestas a ese trabajo o tendrán que trabajar 80 horas mientras los que les quieren pagar poco trabajan 20. O no se pintarán las paredes.

Tampoco es posible tener en el desempleo a la parte de la sociedad que ha recibido más apoyos para su formación y que hoy en su conjunto no necesitan trabajar más de 20 horas semanales cada uno. Ni de momento nadie quiere pagar cuadriplicando sueldos con arreglo a la ley de oferta y demanda, hacia los trabajos duros que nadie quiere hacer. Al menos de momento.

Curiosamente en Europa (España) algunos de los trabajos que no se quieren hacer los nivelan por abajo las sociedades inmigrantes que han venido desde lejos. Es una manera de que se sigan haciendo algunos trabajos sobre todo de servicios o similares, con un coste hora asumible. Pero es cuestión de tiempo que esto cambie, aumentando mucho los trabajos que no queremos hacer.

Todos queremos ser comerciales de nivel, financieros, diseñadores o abogados. Muy pocos quieren ser fontaneros, cuidadores de ancianos, ganaderos o trabajadores de cadenas aburridas. Por poner ejemplos muy sencillos. ¿Quién deberá cobrar sueldos altos en un futuro, siguiendo la ley de oferta y demanda del trabajo en disminución en las labores más técnicas? La dedicación semanal que requieren algunos trabajos no se relaciona con el sueldo que se recibe. Mientras que en otros casos su comodidad semanal los convierte en opciones saturadas, con el añadido de la digitalización jugando a la disminución de sus horas necesarias.