Sabemos que nacer a este mundo es un riesgo muy grande, pues un bebé necesita cuidados intensos, no los que nos vengan bien a los adultos y como o cuando nos vengan bien dárselos. Necesitan de una atención y un tiempo que si queremos que crezcan "felices" debemos darles constantemente en los primeros años de su vida.
Las palabras solas no sirven. Los bebés necesitan de nuestra presencia. Su ritmo en el desarrollo, es un ritmo que marcan ellos mismos. Debemos estar con los bebés sin aceleran su crecimiento ni retrasarlo. ¿Cómo? Acompañando y escuchando sus necesidades. Estar atentos a sus necesidades, ofrecerles siempre nuestra presencia activa. Pero dejando que sean ellos los que crezcan al ritmo que su propio cuerpo y mente va edificando.
Una mamá nos decía que unos la creían loca por pensar que su bebé no estaba desarrollándose bien. Otros le decían que todos los niños no son iguales, que cada niño es de su manera de ser. Otros que tenía que ponerla a gatear o a sentarla para provocar su crecimiento. Todos parecían tener razón. Si hay dudas se debe acudir a profesionales del crecimiento y consultar las dudas. Todxs debemos aprender siempre y cada caso es completamente distinto. Necesitamos una sociedad más relajada y más observadora y afectiva. Hay que llegar al crecimiento óptimo, sin duda, pero no a cualquier precio.
Texto basado en las opiniones de Carmen Pascual Moral, psicoterapeuta y directora de centros de Formación Psicopraxis.