Esta imagen la tomé en un pasillo de la maternidad de Zaragoza. Un texto de José Saramago intentando explicar qué es un hijo. Cuestión tremenda pues cada madre y padre —estoy seguro— tienen una definición distinta de lo que para ellos es tener un hijo. Un hijo no nos pertenece, es algo prestado, algo que la propia sociedad no entrega para educarlo, mantenerlo, convivir, darle amor, enseñarle los caminos, darle alegría, no restarle esa libertad de creación y sobre todo no incidir en su propia personalidad.
A veces se parece a nosotros, otras no, a veces a algún abuelo, otras a familiares que no conocimos. Pero en todos los casos, no somos nosotros, son ellos. Es una persona distinta a nosotros, que tenemos durante un tiempo, hasta que él es capaz de volar por sí mismo. Somos animales, el bebé también. Y los patos, las ovejas o los elefantes. Y en todos los casos, admiten que sus vástagos no les pertenecen, que ellos están tan solo para mantenerlos libres y vivos. Para enseñarles lo que necesitan para saber defenderse.