Vamos a enumerar algunos detalles que el estudiante tiene que tener presente siempre, que deben facilitárselos desde su familia si es un niño o un adolescente y desde la escuela o universidad en otros casos. Son las necesidades básicas del estudiante para que realice su labor con más calidad. Algunos son pequeños consejos que el estudiante debe practicar siempre y de forma constante.
La clase es el puesto de trabajo del estudiante. Una hora en la clase es una hora en el trabajo, una hora de estudio es una hora de trabajar duro. Por eso hay que exigirse esfuerzo y ganas.
Los apuntes son MUY necesarios para recordar, para repasar, para fijar y memorizar elementos que a veces podrían pasar algo desapercibidos. Tomar apuntes es una técnica que se deben practicar y aprender.
Antes de entrar en clase el alumno debe saber qué va a estudiar en ella, tiene que repasar el Tema aunque sea levemente, nunca se debe entrar a Clase para ver qué se nos cuenta en ella. El alumno debe aprovechar la Clase desde antes de entrar en ella.
Siempre, imprescindible, hay que entrar a clase con papel blanco, libreta o similar y un lápiz o dos bolígrafos. Siempre.
Si hay que estudiar un texto hay que saber explorarlo, leerlo bien y subrayarlo, repasarlo varias veces, explorarlo y hacer un esquema.
Saber leer bien y de forma rápida es otra técnica que se debe mejorar según vaya pasando el tiempo de estudio.
Hay que tener un Plan de Estudios, para saber qué se va a estudiar cada día de la semana, en cada clase, en qué orden. No es posible sorprenderse con el tipo de Clase que se recibe, antes hay que acudir preparado.
Estudiar supone poner esfuerzo en ese trabajo duro. Hay que estar descansado antes de estudiar, hay que planificar los descansos, ordenar el tipo de trabajo y de intensidad. Cada hora requiere unos 10 minutos de relajación, de salida de esa concentración máxima.
Estudiar también puede diseñarse personalmente, también es posible utilizar modos y mecanismo que vayan con cada estudiante. Unos requieren silencio, otros música, unos desorden, otros una mesa vacía, algunos decenas de libros de consulta.
Nadie nos preguntará cómo estudiamos si el resultado es bueno. No hay que estudiar decenas de horas a la semana, sino las suficientes para aprender lo que se necesita. Si aprovechamos el tiempo del estudio con técnicas eficaces según cada estudiante y materia, lo de menos es cuánto, sino alcanzar los objetivos necesarios.