Todos somos capaces de darnos los mismos consejos, los admitimos y lo sabemos, pero cuando toca ponerlos en funcionamiento, no sabemos, se nos olvidan. Nos ataca el mal de la ansiedad, de la angustia, del estrés, del olvido. Estas frases en sí no son ningún remedio, son simples marcos mentales que o los llevamos dentro o no sirven de nada. No se resuelven los problemas por una frase, si esta no la tenemos interiorizada, admitida, y la ponemos en funcionamiento de forma automática.
"Deja de sufrir por lo que pueda salir mal, y comienza a emocionarte por lo que puede salir bien"
Nos dice que seamos positivos, proactivos, capaces de empujarnos a nosotros mismos hacia lo bueno, aunque sea lo complicado. Pero la frase no sirve si no nos la creemos totalmente. Si tienes dudas, olvídate, sigue con tus dudas, no hagas nada, sigue siendo como hasta ahora. Los milagros no caen desde ningún lugar, los provocas tú mismo.