Los estudiantes a partir de los 14 años, en ese Segunda Etapa Formativa que les lleva desde la Pubertad a la Adolescencia requieren unos avances en su formación claramente estructurados sobre las bases de: mejorar la letra con la que escriben (ahora esto parece un tema sin importancia), mejorar tremendamente la ortografía, saber escribir en un teclado con una velocidad suficiente, tener una comprensión lectora alta en dos idiomas, ampliar los usos del cálculo mental, adquirir conocimientos muy diversos que se van quedando de forma sólida y saber adaptarse a los distintos criterios de los profesores, de los amigos, de la propia vida.
En esta etapa de la vida el joven, el estudiante debe saber que su propia exigencia formativa es fundamental. Debe ser él mismo quien acepte de buen grado las exigencias, los retos, las metas que se deben alcanzar. No se estudia para nadie más que para uno mismo.
Debe procurar a esa edad no centrarse exclusivamente en una temática, es todavía pronto, debe seguir tocando todas las áreas, para que no quede ninguna rezagada pues todavía es pronto para haber decidido definitivamente qué quiere ser, estudiar, convertirse en profesional (de profesión).
Entiendo que se duda de estas aseveraciones anteriores y que existen personas que piensen que con 14 ó 16 años los jóvenes ya saben perfectamente qué quieren ser de adultos. Es posible, pero también lo es que en un momento de estas edades cambien de parecer, y por eso no deben orillar las temáticas básicas.
No hay que estudiar para los exámenes sino para aprender, no se trata ya de obtener una puntuación en un examen, sino de lograr retener materias y aplicarlas sobre otras materias. Hay que crecer en conocimientos, no en notas escolares.
Hay que dedicar al estudio y al trabajo el tiempo necesario, pero hay que planificarlo muy bien para que no sea excesivo. Son edades en los que también van cambiando los deseos de estar con otras personas, de tener contactos, pues también de ellos se crece en formación vital. Son los años de los primeros viajes que ayudan a abrir las miradas de lo que nos rodea.
Son ya años en los que trabajar en equipo no es algo que viene sobrevenido por órdenes de los profesores. Ya deben saber y admitir que es muy positivo y útil. Ayudarse, intercambiar datos y apuntes, es también trabaja en equipos.
Hay que tener planificado ya todo el Curso Escolar, incluso las horas diarias que le van a dedicar a los estudios, a los trabajos y a repasar para los exámenes. Pero este trabajo debe ser ya totalmente organizado por ellos mismos.
Es una edad en la que el esfuerzo físico y el deporte es importante. No es fácil encontrar en todos los casos tiempos para ello, pero hay que intentarlo con ganas, no es de ninguna forma, perder el tiempo.
En clase deben los jóvenes intervenir, preguntar, participar. No se puede ser agente pasivo, eso bloquea posibilidades de crecer en la formación. Y a su vez es bueno llevar una genda en donde apuntar a modo de diario, no solo los pensamientos y las dificultades, sino tus deseos, tus aspiraciones en la vida, tus propis dificultades para lograr objetivos.
Por último debemos recordar que son edades fáciles para caer en errores importantes, para consumir lo que no ayuda en nada a los crecimientos personales, a no dormir lo suficiente, a encerrarse en sí mismo, a que no haya una relación buena con la sociedad, por exceso o por defecto. Y en eso las familias deben estar atentas para ayudar sin presión, pero para ayudar al fin.
Nota.: La imagen que vemos arriba es de una obra pictórica de Alex Katz de 1993