Mira, con sinceridad, la única manera de tener algo, de conseguir lo que deseas es pedirlo o trabajar por ello. Trabajar quiere decir edificar las intenciones, saber a quien debes solicitar lo que deseas, organizar bien tus ideas y saber solicitar lo que necesitas y deseas.
Quejarse, esperar a que te lo den por que pienses que te lo mereces, pensar que en algún momento caerá del cielo, esperar a que llegue tu hora, saber que en algún momento lo podrás tener simplemente esperando, es un error. No confíes en la suerte, confía en tus trabajos, en tus buenas decisiones.
No se trata de romper normas, de pelear con malas artes, de poner zancadillas o de presionar. A veces algunas de estas fórmulas pueden ayudar pero otras veces estropean las posibilidades. Pero si deseas algo, pídelo con firmeza. Aprende a saber a quien y acude con calma pero con sinceridad y destreza a pedirlo. Cuanto más cerca esté del poder a quien te dirijas, contra más complicado te parezca tener que dirigirte hasta ese puesto, más posibilidades tienes de que la respuesta sea positiva.
Te puedes incluso sorprender de lo fácil que ha sido conseguirlo, de las buenas disposiciones de las personas a las que consideraba inaccesibles, de lo sencillo que es conseguir ayuda si se sabe pedir y se ha elegido bien la persona a la que acudir.
Lo peor que te puede suceder, cuando algo lo deseas con fuerza y no lo tienes, es quedarte como antes, sin haberlo alcanzado. Es decir, a lo sumo, quedarás empatada, pues nada tienes y nada tenías. Pero es mucho más sencillo conseguir lo que pretendes si sabes pedirlo que si insistes en pillarlo al vuelo o en esperar a que caiga por la lógica del tiempo. Muchos no te lo dan, simplemente por que no saben que lo necesitas, lo están anhelando.