Como poco, cuando no estamos con nadie, estamos con nosotros.
La soledad pues, no debería ser el estado en el que no estamos con nadie; sino el estado en el que tampoco estamos con nosotros mismos.
Es posible que no nos guste estar con nosotros, y eso es otro problema.
No nos gustamos, tenemos la autoestima baja o muy baja, y entonces sí estamos realmente solos, pues no tenemos a nadie, tampoco a nosotros mismos.
Si sucediera eso, tan importante es buscar compañía exterior como empezar a querernos, a respetarnos, a conocernos más y mejor, a que nuestra propia compañía sea importante.
Como es lógico esto lo debe tratar un profesional de la psicología. Pero es importante el diagnóstico previo, para buscar soluciones previas.