La policía ha decomisado esta semana en Zaragoza unos 95 kilos de speed (sulfato de anfetamina), el mayor alijo que se recuerda en Aragón, en una operación donde se desmanteló un laboratorio de procesamiento de droga ubicado en el centro de Zaragoza capital. Estamos hablando de un precio puesto en el mercado minorista de unos dos millones de euros. Vamos hablar un poco del speed, pues la información de ello puede que también sirva para evitar delitos. Ayer escribía sobre el consumo de drogas en España, y esta semana sobre la realidad de Son Banya en Palma.
El sulfato de anfetamina, o el material preciso para fabricarlo, llega desde Holanda, país de venta habitual para las drogas de diseño. La droga normalmente es transportada hacia España en coche, ya que además del grueso del speed hallado en el piso (unos 80 kilos), se incautaron otros 15 o 16 kilos en un coche de los propietarios.
El consumo de anfetaminas en España es el cuarto grupo en consumo de drogas duras, tras el cannabis, la cocaína y el MDMA (éxtasis) y se calcula que hay 1,6 millones de españoles que las han consumido en el último año, de los cuales sobre 1,3 millones son jóvenes de 15 a 34 años.
Se le conoce como “speed”, “pinini”’, “pitxu” o “anfetas” y normalmente se vende en polvo, en pastilla o en cápsulas, mezclado el producto con diversos añadidos para que su pureza sea aproximadamente entre un 5% y un 30%, por lo que hay que tener mucho cuidado en su consumo por no poder saber nunca qué se está tomando, excepto que el consumidor se fíe mucho de su proveedor.
La composición que llega a España suele ser de un 30% sulfato de anfetamina, un 30% de cafeína y un 40% restante de “cosas” como glucosa, bicarbonato, sacarosa, manitol, etc. Pero como en realidad la que se vende para el consumo está mucho más cortada, nunca se sabe bien qué le han añadido al producto final hasta rebajarla.
Es un estimulante como la cocaína, produce una sensación rápida de bienestar, incremento de la sensación de alerta y de la capacidad de concentración, disminución del cansancio, del sueño y hambre. Dicen que hay que tomar menos cantidad que con la cocaína para parecidos efectos, y que estos pueden durar entre 2 y 10 horas, comenzando antes de la media hora de haberse tomado, si se esnifa. Inyectado es inmediato. Pero esto depende de personas, pureza, dosificación y repetición de pequeñas dosis, etc. Dicen que con 0,1 gramos es suficiente, o incluso algo menos.
Si mal está drogarse, peor es mezclar drogas y las anfetaminas tienden a ser productos que se mezclan, y no sólo con alcohol. Sin dar pistas, los consumidores mezclan estas drogas sintéticas con productos de farmacia y de consumo habitual, convencidos de que se refuerza su potencia. Y es cierto. Pero también se refuerzas sus peligros. Se vende mezclada con aromas, en forma de gominolas o caramelos, con diversos sabores a frutas, etc.
El consumo constante en el tiempo lleva a un aumento de la tolerancia al speed. Cada vez se necesitará más dosis para conseguir los mismos efectos que antes se lograban con menor cantidad. Al dejar el consumo abruptamente aparecerán en casi todos los casos síntomas de abstinencia con depresión, cansancio, insomnio, ansiedad y tristeza, que solo se resuelven con más consumo que debes evitar aunque el cuerpo te lo pida.
En estos periodos de abstinencia pueden aparecer periodos de alucinaciones, psicóticos y paranoias. Los síntomas suelen desaparecer con los días pero si no es así se debe acudirse a un especialista.
Podría aumentar el ritmo cardíaca y el trabajo del corazón, el ritmo respiratorio y la presión arterial, aparecer hipertermia, insomnio, movimientos de las mandíbulas a modo de temblores y convulsiones incontroladas. También dolor de cabeza, boca seca, dificultades para orinar o para alcanzar la erección.
Nunca tomes drogas si estás embarazada, si tienen que conducir o manejar máquinas, si ya tomas medicación para la depresión o ansiedad y si tienes problemas de corazón, neurológicos o respiratorios.
El precio del gramo de speed en la calle está entre los 20 y los 30 euros el gramo (incluso en algunos lugares a 10-15 euros según la cantidad que se compra). Siempre la mitad o incluso menos de la mitad que el precio de la cocaína. Está mal drogarse, pero si te quieres drogar, al menos que no te engañen ni en el precio ni en la pureza. Es posible encontrar en internet productos más baratos, pero con todavía menos garantía de su pureza. O no, vete a saber.
Y para finalizar no confundir anfetaminas o speed con las metanfetaminas. Estas son más duras y peligrosas.