Aprendemos a través de la práctica. Sobre todo utilizando la práctica, el acierto y el error. Aprendemos y ya lo sabemos bien, con mecanismos diversos en donde nuestras decisiones siempre son fundamentales para lograr retener, ampliar, conocer mejor, sobre todo explorando los límites de lo que creemos aprender.
Nuestra aptitud y nuestros actos son fundamentales para aprender a aprender. Y sobre todo a ampliar lo que aprendemos, a retenerlo, a recordarlo, a conocerlo bien desde diferentes ópticas. Ninguna técnica, sea práctica o teórica, sean datos o sensaciones, se nos quedan dentro con una simple lectura, una escucha ni aunque sea activa.
Hay que profundizar, tocar, apuntar, darle la vuelta, equivocarnos, explicarlo, volverlo a estudiar con otro profesor o teórico, volverlo a practicar, a escuchar, a entenderlo desde otro punto de vista.