En España la iglesia católica goza de exenciones casi infinitas para pagar impuestos, algo que no encaja nada bien con sus buenos ingresos a través precisamente de los impuestos de todos nosotros. Es decir para cobrar SI creen en los impuestos. Para pagar NO creen en los impuestos. Cuando todos los Ayuntamientos están tan mal no es de recibo que las propiedades de la Iglesia no paguen impuestos tipo IBI y una farmacia o una panadería si. En Italia se han dado cuenta de este despropósito y aun siendo ellos la “reserva católica” han decidido cambiar sus leyes y acuerdos para que la iglesia católica SI pague impuestos. ¿España es más chula y rica que nadie?
Según dijo en su momento el Alcalde de Madrid, cada año son 95 millones de euros los que NO se pagan desde la Iglesia en impuestos municipales. Se calcula que en toda España son más de 2.500 millones de euros los que se ahorran desde la iglesia católica por no pagar impuestos como cada ciudadano. Los acuerdos actuales por lo que no se pagan impuestos la Iglesia católica datan de 1979. Que no se nos olvide además que el Estado paga una buena parte de los salarios de obispos y sacerdotes. En el año 2010 se nos fueron entre todos unos 250 millones de euros para sueldos de curas y obispos. ¿Le parece mucho? Pero además se paga el sueldo de los profesores de religión y se entregan a los colegios concertados otros 4.000 millones para que siga funcionando con sus actuales tarifas concertadas, controlando ellos mismos estas cantidades ingentes de dinero público.
Un ejemplo reciente de confusión es la restauración de la catedral de Tarazona. Ha costado 20 millones de euros, pero la Iglesia católica apenas puso 480.000 euros. El resto lo ha pagado el Estado: Gobierno de Aragón, 9,6 millones; Gobierno central, 6,9 millones; Gobierno central y Caja Inmaculada (partida conjunta), 2,3 millones, y Fundación Tarazona Monumental, 400.00 euros. Entrar a la hermosa catedral costará cuatro euros (billete normal). ¿Irán a parar a las arcas eclesiásticas sin impuesto alguno?
El historiador Stanley G. Paine ha hecho el recuento de las propiedades de la Iglesia romana en España, desde luego el mayor casero del reino después de la Administración del Estado (o a la par). Este es el resumen: 100.000 propiedades, de las que 5.000 son edificios religiosos. “En torno al 80% del patrimonio artístico de España es propiedad de la Iglesia, que también dispone de 300 museos y 103 catedrales”, dice. En 2007, la Iglesia de Roma negoció con el Gobierno de Zapatero, mediante un simple “canje de notas”, el incremento, con “carácter estable”, de un 34% de la asignación que los obispos reciben de la Hacienda española cada año, cancelando su compromiso de autofinanciarse. La desamortización de Mendizábal escenificó la aconfesionalidad del Estado, pero no supuso abrazar la laicidad. Es la España de hoy, cuyo Estado tiene en nómina a obispos y curas, como si fuesen funcionarios. No otra cosa es pagar cada mes sus salarios con dinero de todos los españoles, vía Presupuestos, porque sus fieles católicos no pagan impuesto religioso alguno.