El estrés y la prisa mental, favorece y amplía la aparición de enfermedades mentales leves y nos hace envejecer antes por la destrucción de los telómeros que son las terminaciones de los cromosomas y que es según los últimos avances lo que nos convierten en viejos prematuros.
Hablo de la prisa mental, del estrés mental y no de tener una actividad física amplia y ágil. No debemos apurarnos más allá de nuestras posibilidades, que por cierto en cada persona son unas distintas. Hay que hacer silencios, reflexionar, ser críticos con nuestra forma de actuar y de ser, pero desde el positivismo y el compromiso por mejorar lo que entendemos que nos apura. Debemos sobre todo sentir, gozar, respirar, para la velocidad y mirar a tu alrededor.
Si no te puedes concentrar como antes, si ya no tienes la misma capacidad de memoria, si no prestas la misma atención, si la emociones ya no son como antes por exceso o por defecto, algo está fallando dentro de ti y hay que parar y consultar, antes de que se conviertan en un problema más serio. Son los primeros síntomas de un problema que hay que resolver.