Vamos a dar tres sencillos pasos para intentar ser un poco más felices, para aprovechar la vida algo más, disfrutando de lo que nos rodea y no amargándonos la vida por asuntos de complicada solución. Simplifiquemos la vida para ser más felices.
Primer paso:
Solo se vive una vez y debemos aprovechar cada instante, cada gozo, cada posibilidad.
No sabemos cuando nos vamos a morir, pero si sabemos cuando no estaremos vivos.
Disfrutemos de los buenos momentos y aprendamos de los malos momentos.
No sabemos cuando nos vamos a morir, pero si sabemos cuando no estaremos vivos.
Disfrutemos de los buenos momentos y aprendamos de los malos momentos.
Segundo paso:
No seamos tan bobos de estar siempre compitiendo con los que nos rodean.
Debemos aprender, colaborar, ayudar, solicitar ayuda.
Pero no debemos entrar en peleas para demostrar quien es más, quien es mejor. Hay que lentificar nuestra vida para aprender a saborearla más.
Debemos aprender, colaborar, ayudar, solicitar ayuda.
Pero no debemos entrar en peleas para demostrar quien es más, quien es mejor. Hay que lentificar nuestra vida para aprender a saborearla más.
Tercer paso:
Debemos aprovecharnos más de nuestro entorno, de la naturaleza, del mar si lo tenemos o de la orilla de un río o un lago, que nos acerca a nuestros ancestros y no entrega tranquilidad.
Un buen animal de compañía nos ayudará a relacionarnos mejor con nuestra vida y a entender mejor las programaciones animales que todavía tenemos.
Cuidar un jardín, tener un pequeño huerto aunque sea en una terraza, ayuda a comprender lo que somos y los ciclos vitales de todos los seres vivos.
Un buen animal de compañía nos ayudará a relacionarnos mejor con nuestra vida y a entender mejor las programaciones animales que todavía tenemos.
Cuidar un jardín, tener un pequeño huerto aunque sea en una terraza, ayuda a comprender lo que somos y los ciclos vitales de todos los seres vivos.