Ayer en el Inaem, en una reunión informativa, se insistía a los presentes, unas 35 personas desempleadas, de la importancia de poseer un CV personaliza y perfectamente construido, que había que modificar según a la empresa a la que se envía. Y se informaba que en las mismas oficinas se podía ayudar a crear los CV si no se tenían, a revisar los que ya estén creados para modificarlos si hiciera falta y ayudar a crear correos electrónicos para quien tampoco los tenga y poder mandar los CV desde los ordenadores del INAEM.
Todo lógico en un servicio básico de búsqueda de empleo, que por cierto en Aragón demuestra que por fin se está modernizando.
Pero lo que me resultó más curioso es la desgana, el abatimiento, la derrota de las personas que asistían a todas estas posibles ayudas básicas para la búsqueda de empleo, en donde se insistió además de la importancia de ampliar la formación, de buscar cursos que ahora se facilitan mucho más a través de internet y que además se plantea poner tutores personalizados para quien lo solicite, para ayudar a quien no se maneje todavía con las nuevas tecnologías. Se insistió además del valor de conocer de manera básica al menos, el manejo de PDA o informática básica pues para los trabajos más sencillos se exige un conocimiento elemental.
O somos capaces de salir del abatimiento, de la derrota personal, o no es posible salir del desempleo de larga duración. Se nos puede ayudar, se nos puede tutelar y apoyar con más formación, pero lo fundamental es que cada uno seamos capaces de dar el paso para asumir que hay que pelear de nuevo; que es posible; que nada es sencillo pero tampoco imposible.